Una odisea africana
Txomin Iturbe Abasolo viajó a Argelia desde la República Popular del Congo después de haber intentado, sin éxito, a mediados de agosto pasado, volar a Cuba. La odisea africana del dirigente de ETA Militar se había iniciado el pasado 13 de julio, víspera de la fiesta nacional francesa, cuando fue oblieade por la policía gala a embarcar con destino a Libreville, capital de Gabón.Las autoridades gabonesas acogieron bien a Iturbe Abasolo, al que consideraron un invitado transitorio, y, le garantizaron desde el principio que podría abandonar el país con el destino que eligiera. Las autoridades mantuvieron su compromiso pese al despliegue de fortísimas presiones por parte del Gobierno español, que desplazó a Libreville un equipo de expertos y asesores policiales con objeto de conseguir que Txomin Iturbe fuera deportado a uno de los países con los que mantiene acuerdos el Ministerio del Interior para la recepción de presuntos activistas de ETA.
Iturbe gestionó a través de algunos colaboradores autorización para poder dirigirse a Cuba, donde se habían instalado desde mayo de 1984 cuatro presuntos responsables de ETA Militar y otros tres de ETA Político-militar, con completa libertad de movimientos, incluso para abandonar el país como hizo José Luis Ansola Larrañaga, Pello el Viejo. Cuba en un principio, acogio favora blemente la demanda y dio respuesta positiva a través de una embajada europea. Iturbe voló a Angola acompañado de otra persona, con la intención de continuar hacia La Habana.
Sin embargo, la Embajada cubana en Luanda argumentó que no tenía instrucciones al respecto y se negó a facilitar el visado. Iturbe regresó a Libreville después de permanecer 48 horas en el aeropuerto de la capital angoleña, decepcionado por el trato que había recibido en aquel país. Medios próximos al presunto líder de ETA atribuyeron a presiones españolas el cambio de actitud de Cuba.
Descartada la primera posibilidad, y ante la insistencia de Gabón en que Iturbe debía encontrar un país que le acogiera definitivamente, el entorno de Txomin Iturbe inició gestiones ante el Frente de Liberación Nacional (FLN, partido único argelino) y encontró una imprevista acogida. El FLN hizo suya la idea de trasladar al exiliado vasco a Argelia y facilitó los contactos con el Gobierno y el departamento de Interior del país magrebí, al que Iturbe voló vía Brazzaville (República Popular del Congo).
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