Un parado excelente
Hasta aquí, Suiza, llegan nítidas las consignas de los chicos de BUP. Así que alertados por el griterío, algunos suizos me han preguntado "qué pasa en España con los estudiantes". Les cuesta comprender eso de la selectividad cuando ellos tienen un sistema fuertemente selectivo, eso sí, relativamente aceptable por dos razones: primero, porque todas las víctimas del proceso educativo, sea cual sea el grado que alcancen, tienen trabajo asegurado (0,7% de paro) y antes de desempeñar cualquier oficio tienen que pasar obligatoriamente una formación profesional: no hay jardineros que hayan estudiado para fontaneros. Los que van a la Universidad, una minoría, como en todos lados, tienen trabajo en aquello para lo que han estudiado, porque el sistema ya se encargó de seleccionarlos en varias ocasiones (comenzando por el equivalente a sexto de EGB) y no permitió que hubiese más estudiantes de arquitectura que disponibilidades de arquitectos. Segundo, porque su sistema está fuertemente diversificado, de manera que dan la sensación de no sufrir fracaso escolar. No es cierto, simplemente tienen tantos niveles que colocan a cada alumno en aquel que más aproximadamente corresponde a sus circunstancias reales (los suizos son, ante todo, muy pragmáticos y no se dejan atraer por objetivos bellos o inalcanzables o difícilmente definibles). Dan la sensación de que todos los educandos alcanzan los niveles; es exactamente lo contrario, todos los niveles alcanzan a los alumnos.Como se ve: dinero, planificación ingente y una sociedad con una fuerte demanda de trabajadores cualificados que sabe que su único recurso es el trabajo. ¿Selectividad, sí o no? ¿Más dinero para la educación? ¿Mejores planes...? Bueno, vale. Pero en el más perfecto sistema educativo que cupiese imaginar por un ministerio supuestamente empeñadísimo en solucionar la educación, aun los que enseñamos nos seguiríamos preguntando: ¿Educo a este chico para ser un parado excelente, o para tirarle piedras a las ventanas del ministerio?-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.