La UGT de Madrid pide la dimisión de Carlos Solchaga

Viene de la primera páginaLa resolución aprobada ayer por el comité regional de UGT de Madrid culpa al ministro de Economía, Carlos Solchaga, de la posible conflictividad que pueda producirse. En el texto se pide la dimisión de Solchaga como "un acto de coherencia que es reflejo y eco de la opinión mayoritaria de la clase trabajadora, en general, y de nuestra organización en particular".

José Luis Daza comentaría, posteriormente, que "cuando se reconoce la autonomía de las partes, nadie debe inmiscuirse entre ellas, pero si un ministro lo hiciera siendo socialista, debe hacerlo para favorecer a la clase traba adora, no únicamente a la clase empresarial".

En cualquier caso, las discrepancias entre UGT y el área económica del Gobierno son cada vez más acusadas. Ayer la ejecutiva de UGT hacía público un comunicado en el que, sin mencio nar a miembro alguno del Ejecutivo, se pone en cuestión toda la doctrina gubernamental de que las subidas pactadas se traducen siempre en incrementos mayores como consecuencia de los llamadaos deslizamientos -los incrementos salariales que se producen a causa de los cambios de categoría, ascensos, antigüedad, etcétera-.

El documento subraya que ni siquiera hay coincidencia entre los ministros sobre la repercusión de estos deslízamientos, pero que, en ningún caso, es de la cuantía hecha pública por algunos miembros del Gabinete.

Política de rentas

En el comunicado se hace referencia al reciente debate sobre el Estado de la Nación y se muestra la preocupación de UGT "por el hecho de que ningún grupo [no se hace exclusión del PSOE] haya explicitado su política de rentas en términos claros". Al Tismo tiempo se hace notar que unicamente se observa una política de rentas basada en la negociación de los salarios en base a la inflación. UGT señala que hay que pedir la mejora del poder adquisitivo para "quebrar la tendencia del período anterior de continua caída de las rentas sociales en el conjunto de la economía".

La central socialista rechaza en su escrito que un 5% de incremento pactado suponga un aumento real del 7% -tesis que defiende el área económica del Gobierno- y niega que los deslizamientos que puedan producirse sirvan para mejorar el poder adquisitivo. Para UGT, un incremento en el salario en mano del 5% se traduce en pérdida de poder adquisitivpo, ya que de esta subida hay que deducir "la evasión provocada tanto por el salto en las retenciones como por los escalones en la tarifa del impuesto sobre la renta".

Según los cálculos de UGT, una subida del 5% en nómina es equivalente al 4,75% en poder adquisitivo. En consecuencia, UGT mantiene, en contra de los criterios de las áreas económicas del Gobierno, que un 5% de subida no supone un 7%. final, y defiende que la única garantía de mantener el poder adquisitivo es exigir subidas del 7%.