Yoldi afirma que no faltarán quienes defiendan la soberanía de Euskadi con las armas

"Vengo de la cárcel y vuelvo a la cárcel, pero somos muchos y cada vez seremos más", dijo ayer desde la tribuna del Parlamento vasco Juan Carlos Yoldi, candidato a lendakari de Herri Batasuna (HB). Yoldi, acusado de delitos de terrorismo, expuso el programa de la coalición abertzale alternando el uso del castellano y, con mayor facilidad, la lengua vasca. Exigió el derecho de autodeterminación para Euskadi y aseguró que el pueblo vasco está viendo en peligro su existencia como tal, aunque existe voluntad mayoritaria de que sea reconocida su soberanía. "No faltarán hijos de esa voluntad dispuestos a tomar las armas en sus manos", dijo.Fue ésta la referencia más directa que hizo Yoldi a la organización terrorista ETA, en un discurso acusatorio y duro pero de tono formal moderado, en relación a las intervenciones habituales de HB. El candidato tampoco terminó su exposición con el habitual gora ETA militarra (viva ETA militar), y se limitó a proclamar: "Hasta la victoria, viva Euskadi libre".

El candidato de HB dijo que es hijo de una familia trabajadora, de lo que se siente orgulloso, e insistió en su calidad de preso político, porque las motivaciones de su lucha son políticas. Calificó de "cárceles de exterminio" las prisiones españolas y salpicó su intervención de referencias a las condiciones de vida de los presos de ETA, entre los que citó a tres que padecen cáncer, a los exiliados vascos y a los obreros y trabajadores en lucha. En una conferencia de prensa posterior aseguró: "Si defender la soberanía de mi pueblo es ser terrorista, yo soy terrorista".

Yoldi acusó a los parlamentarios de los demás grupos de haber renunciado a representar al pueblo y de aceptar una Constitución rechazada por los vascos. El Parlamento autónomo, según el candidato, carece de poder para decidir libremente a espaldas del Estado. Como alternativa ofreció un programa de reconstrucción nacional en cuatro apartados, cuyo objetivo sería una Euskadi libre, justa y solidaria. Pidió, entre otras medidas, poder para transformar la economía, nacionalizar la banca y establecer una fiscalidad propia; una escuela pública en lengua vasca y el reconocimiento del euskera como lengua nacional; la unidad territorial de Euskadi Sur (incluida Navarra) y una negociación seria y honesta entre ETA y los poderes del Estado, incluido el Ejército, para conseguir "la tan ansiada paz". Yoldi argumentó que la presencia del Ejército en la negociación es obligada por el papel que le otorga la Constitución.

Finalmente reclamó una remodelación constitucional, que reconozca que la soberanía de Euskadi reside en el pueblo vasco, y a él en su conjunto corresponde ejercer el derecho de autodeterminación. "Vuelvo a la cárcel satisfecho por haber representado el orgullo de un pueblo que no claudica", dijo. "La lucha armada", añadió, "continúa y continuará porque se está negando ese derecho, que procede de la igualdad de todos los pueblos".