Carlos Calvete pide un informe pericial sobre los seis millones sustraídos a la Armada
Manuel Tuero, abogado del teniente coronel Carlos Calvete, ha pedido que dos interventores militares elegidos por sorteo hagan un informe pericial sobre el dinero exacto sustraído a la Armada por Calvete. Para Tuero, el caso debe ser juzgado por tribunales militares, pero el vicealmirante Joaquín Domínguez Aguado, jefe de la Jurisdicción Central de la Armada, ya ha comunicado que la justicia militar se inhibe.
Tuero ha indicado que, aunque Calvete se encuentra en prisión desde el pasado día 9, todavía no se ha efectuado un informe exacto sobre las cantidades sustraídas a la Armada y que, según estimaciones del propio Calvete, ascienden a 292 millones de pesetas.Familiares del jefe militar procesado comentaron ayer que Calvete "ha sido víctima de una estafa al más alto nivel". Recordaron que el teniente coronel, que era el habilitado general de la Armada, participó en octubre de 1984 en la creación de la sociedad Comercio Exterior del Pacífico (Comexpa), dedicada a la importación y exportación de bienes y servicios. Carlos Calvete figura todavía hoy en esa sociedad como administrador único, y entre los socios también está Eugenio Calvete, hermano del procesado y coronel retirado.
Los familiares de Carlos Calvete han señalado que éste contactó, a partir de 1984 con diversas personas como Jesús Jimeno, Alfonso Bravo Luna, Ignacio Medina González y Fernando Martin Salinas, que acabaron siendo socios de Comexpa. Los dos primeros han sido relacionados por la policía con estafas cometidas en España.
Jimeno, que retiró personalmente importantes cantidades del Cuartel General de la Armada entregadas por Calvete, ya ha declarado ante la justicia militar en relación con este caso. Investigadores del caso creen que Bravo Luna y Jimeno son los cerebros de lo ocurrido.
Visitas a Panamá
Calvete también mantuvo contactos con Guillermo Pérez Lanzas y Pérez, quien, según familiares del jefe militar, vive en el lujoso barrio madrileño de Somosaguas. Pérez Lanzas figura en el registro de empresas de Panamá como director de Corporación Minas Arenas, SA (Cominasa), empresa cuyo valor respaldaba supuestamente las cantidades que invertía Calvete en Comexpa.Para comprobar la rentabilidad de Cominasa y de otras firmas hermanas en Panamá -como Iberoamericana de Servicios y otras-, Calvete se trasladó a ese país en junio de 1984 -poco antes de crear Comexpa- y en enero de 1985. En ambos casos, sus familiares, Calvete tuvo a su disposición un helicóptero de las Fuerzas Armadas panameñas y visitó la mina de oro de Cominasa, próxima a la forntera con Colombia, donde el teniente coronel se fotografió con unos indios que trabajaban en la extracción del oro.
"Confió hasta el último día en que le devolvieran el dinero invertido", dicen los familiares. "Está al llegar", aseguran que le decían sus socios. Jimeno le comunicó por escrito que, a lo largo de este año, le serían devueltos en plazos 388 millones de pesetas -los de la Armada, más un centenar que obtuvo Calvete de sus familiares-, pero Calvete entró en una situación depresiva que hizo necesario su tratamiento psiquiátrico y, finalmente, el pasado día 9 comunicó todo lo sucedido a sus superiores.
Ese día, cuentan, salió de casa de uniforme -habitualmente iba de paisano- y se despidió de su esposa sin comunicarle que estaba decidido a confesar. Diez horas más tarde, ingresó en la prisión militar de Alcalá de Henares procesado por un presunto delito de apropiación de bienes del Estado.
La familia Calvete se encuentra muy afectada por lo sucedido, ya que, además, hace dos meses murió en accidente de tráfico un hijo del militar de 18 años.
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