El cambio
Si alguno duda que en España algo ha cambiado, no tiene hoy más que leer sus dos editoriales, uno, dedicado a las Fuerzas Armadas, y otro, a los obispos; que ambos temas hayan sido tratados con plena objetividad en su periódico sin que hayamos declarado una cruzada o guerra civil no cabe la menor duda de que España se encuentra muy cambiada.No obstante este cambio, parece que el mismo se encuentra ausente de las instituciones mencionadas; en la una lo demuestra el hecho de que aún permanezcan en sus escalillas Y encabezando las mismas generales y almirantes que si en algo se distinguieron fue precisamente por no ser pacíficos y el hecho de que permanezcan sus cuadros en muchos edificios militares.
En la otra institución, la eclesial, debajo de las mitras y solideos, aún se sigue considerando herejes a aquellos que acompasan sus pensamientos con los de las personas más allá de los Pirineos. El ¡Santiago y cierra España! aún sigue latenfe en sus pensamientos cuando de modernizar a España se trata.
Debemos de elogiar a otra España, que por suerte ya no se encuentra hoy con pensamiento negro, y es la España de la banca; ésta hoy es más moderna, como corresponde a una economía occidental; gracias a la modernización de ésta se han evitado conflictos, que dieron lugar en otros tiempos a las consabidas bofetadas civiles.
¡Qué suerte! ¿Quién iba a decirnos que aquella España del pastor lusitano, que se enfrentó a los romanos que traían la cultura, o que tantas y tantas veces cogió la espada en forma de cruz para liarse a cristazo limpio con peninsulares y foráneos, por fin iba a ser moderna? Gracias, diario EL PAÍS, por haber contribuido en la parcela de la Prensa a tan bello semblante - .
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