Linda Kozlowski

Salida de los círculos teatrales de Nueva York, Linda Kozlowski, de 28 años, se ha visto envuelta en la popularidad tras protagonizar Cocodrilo Dundee, de próximo estreno en España. El filme, una comedia realizada para mayor lucimiento del cómico australiano Paul Hogan, se ha convertido insospechadamente en un gran éxito de taquilla, sobre todo en Australia y Estados Unidos. Esto ha supuesto para Kozlowski un lanzamiento internacional inesperado y la ha llevado a plantearse su carrera futura con la intención de evitar la imagen de estrella, manteniendo la de una mujer de profesión actriz.

Kozlowski muestra una actitud de espontaneidad que no sólo se aprecia en sus respuestas sino también en su forma de ser y estar. Alta, delgada, vestida con una ropa elegante pero informal, es rubia, tiene los ojos claros, la nariz recta, los pómulo altos, la dentadura perfecta, una piel tersa que no necesita del maquillaje, y, en definitiva, muchos de los rasgos que se corres ponden con el ideal de belleza física al uso.En el papel que interpreta en la película esos rasgos son utilizados en su forma más tópica es una intrépida periodista, hija de un magnate de la prensa, que va a Australia para hacer un re portaje sobre un especialista en acuchillar cocodrilos. Se trata de un papel muy convencional y por eso llama la atención comprobar cómo en persona Kozlowski no es únicamente un físico, sino una intérprete con recursos que cambia de gesto muy creíblemente; tan pronto habla de que en su vida cotidiana se le da muy bien lavar los platos como pasa a imitar a señoras absurdas que se acercan a las estrellas con las gafas bien caladas y hacen comentarios del estilo de "pues está gorda", o "tiene pecas".

Su trayectoria en el teatro le sirvió para enfrentarse a su trabajo desde una perspectiva muy profesional. Hija de un impresor, criada en una familia de clase media del mundo rural norteamericano, Kozlowski pasó su adolescencia entre el instituto y las fiestas juveniles. Hasta que una vez graduada abandonó su Connecticut natal para matricularse en la célebre escuela Jiulliard de Nueva York.

Allí fue Electra y fue varios personajes de Shakespeare. Por la escuela se pasaba gente de Broadway en busca de caras nuevas, y de ahí que pronto la actriz subiese a los escenarios para interpretar pequeños papeles. Ése fue su trabajo de 1981 a 1984, fecha en la que, también en un breve papel, apareció en la obra Muerte de un viajante, de Arthur Miller, compartiendo cartel con Dustin Hoffman. "Yo amo la profesionalidad", dice, "y Hoffman no puede vivir sin ella. Por eso me beneficié de la presión que ejercía sobre el equipo técnico y artístico para que nada fallase".

Después de esta obra, que Wolker SchIöndorf dirigió para televisión, vino Cocodrilo Dundee. Ahora los padres de Linda Kozlowski ya no creen que la profesión elegida por su hija sea inestable, y ella los imita contestando para el periódico local preguntas referentes a su famosa criatura. Mientras tanto, ésta se siente feliz, porque ha llegado el momento de elegir entre varias ofertas y porque se siente segura de que con su formación teatral no pertenece a esa lista de guapos cuyas carreras duran poco debido a que "los contratan simplemente para que sean naturales. Este oficio requiere un duro entrenamiento".