Los seguidores de Dudú creen que los nueve presos obran apuntados por una pistola
Los nueve presos musulmanes encarcelados en Almería por presunta sedición han manifestado reiteradamente que Aomar Dudú ya no es su líder, pero los seguidores de este dirigente melillense -que siguen siendo amplia mayoría en el colectivo- ponen en duda la validez de esas declaraciones. "Será que les han apuntado con una pistola en la sien", afirman reiteradamente por las calles de Melilla.
La Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha prohibido que los reclusos hablen con periodistas en los locutorios de la cárcel. Sólo pueden acceder familiares. Por ello, todas sus declaraciones se han poducido por escrito: respondiendo a un cuestionario (EL PAÍS, 12 de febrero de 1987), mediante comunicados, o verbalmente, pero a través de terceros (su abogado, Darío Fernández, o los familiares). Esto ha dado pábulo a los rumores más variados sobre la situación carcelaria de los presos.Los seguidores de Dudú, entre los que se encuentran algunos familiares de los reclusos que no han seguido las consignas de los detenidos, desconfían de Darío Fernández, a quien acusan de engañar o presionar a los encarcelados. Los presos le han ratificado por escrito su apoyo, y el letrado se ha personado en la causa en nombre de los nueve.
Algunos familiares, entre los que se halla un hermano del recluso Mimon Mohamed, han conversado con un abogado de nacionalidad marroquí, Dris Benjelloun, diplomático, colegia do en Madrid desde hace algo más de un año y que se ha ocupado principalmente en España d cuestiones de derecho internacional y derecho mercantil. Su pretensión es que al menos algunos de los presos lo acepten como letrado. Ello chocaría frontalmente con la postura de Darío Fernández.
La estrategia
El abogado almeriense puso como condición desde el principio poder llevar el caso fijando él libremente la estrategia de defensa. Los seguidores de Dudú opinan que dentro de esa estrategia son una pieza clave los ataques al líder musulmán para hacer recaer exclusivamente sobre él la responsabilidad de los disturbios del 31 de enero en Melilla.Benjelloun ha declarado al respecto que desea conversar personalmente con los presos: "Normalmente, los presos no hacen comunicados políticos, y ellos los han hecho. Esto no es normal. Me dicen en Melilla que tal vez han sido presionados".
Este abogado ha sido denunciado por Darío Fernández ante el Colegio de Abogados de Melilla. Le acusa de coaccionar a los familiares de sus defendidos y de intromisión en un caso en el que no está personado. Benjelloun ha expresado su intención de colegiarse en Melilla -aún no lo había hecho-, pero se enfrentará en primer lugar a la demora que imponga la resolución de la denuncia de Darío Fernández.
Darío Fernández, que ha establecido una minuta de un millón de pesetas para cada uno de sus defendidos -y que hasta ahora sólo ha cobrado de uno- mantuvo una entrevista de gran tensión con algunos familiares de los reclusos, después de conocer que se habían entrevistado con Benjelloun. La conversación se celebró en la habitación del letra do en el Parador Nacional de Melilla, y en ella estuvo presente el enviado especial de EL PAÍS que se identificó como tal.
Entre los asistentes figuraban la hermana de dos de los detenidos, la esposa de otro de ellos y el referido hermano de Mimon Mohamed. Darío Fernández les advirtió reiteradamente que abandonará la defensa si no tienen plena confianza en él. Los familiares le explicaron que sólo deseaban consultarle si era conveniente que otro abogado, el marroquí Dris Benjelloun, se sumase a la causa. El letrado almeriense explicó que si eso ocurriese significaría que han perdido la confianza en él. En un momento de gran tensión, el hermano de Mimon Mohamed afirmó que no está seguro de que los presos obren libremente, reiterando la versión que circula entre los seguidores de Dudú; y añadió que era muy extraño que hubiesen apoyado a Sid Dris, el dirigente religioso a quien Dudú calificó de "traidor".
Finalmente, los familiares aceptaron las posiciones de Darío Fernández, quien cuenta con el firme apoyo de las familias de los dos principales dirigentes encarcelados: Abdelkader Mohamed Moh -de buena posición económica, que es quien primero lo contrató- y Abdelkader Mohamed Alí, vicepresidente de Terra Omnium, la organización que encabeza Dudú. Abdelkader Mohamed Alí trabaja como dependiente y tiene aprobados tres cursos de Derecho. Su postura, si se conoce públicamente, será seguramente decisiva respecto a sus compañeros de prisión, respecto al colectivo musulmán; y también sobre el enfoque -jurídico o político- que pueda tomar el proceso. Por ahora, los rumores continúan siendo un arma en Melilla.
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