Constructores británicos financiaban grupos terroristas del Ulster con dinero público
El descubrimiento de que los contribuyentes británicos han estado financiando durante los últimos 10 años, sin saberlo, a grupos terroristas, tanto católicos como protestantes, en Irlanda del Norte amenaza con convertirse en un escándalo político mayúsculo en el Reino Unido. El gigantesco fraude fiscal que, al parecer, asciende a 40 millones de libras (unos 7.800 millones de pesetas)- fue dado a conocer por un juez de Belfast, que sentenció a dos años de cárcel a los constructores Francis Duffy y Bernard McKeaveney.
Los constructores, convictos de haber entregado 200.000 libras (unos 39 millones de pesetas) al INLA (Ejército de Liberación de Irlanda, una escisión del IRA) son un ejemplo del delito que, según el juez, se viene dando repetida y sistemáticamente desde 1977. A estas afirmaciones formuladas el miércoles, se unió ayer la revelación de que las ramificaciones del turbio asunto llegan hasta Londres y otras cuatro ciudades británicas.A raíz de que, en 1977, las autoridades provinciales obtuvieran atribuciones para aplicar exenciones fiscales con objeto de fomentar la construcción de viviendas sociales, contratistas y subcontratistas han detraído cuantiosos fondos para financiar grupos terroristas.
Constructores católicos han ayudado, a veces voluntariamente y otras por extorsión, con cuantiosos fondos del fisco británico al IRA, y empresarios protestantes detraían cantidades para grupos paramilitares lealistas como la Fuerzas de Defensa del Ulster (UDF).
La autoridad provincial de la Vivienda del Ulster ha negado tajantemente la acusación del juez Nicholson de que hubiese "hecho la vista gorda" a estas graves irregularidades y el viceministro para Irlanda del Norte, Nicholas Scott, aseguré por su parte que el Gobierno estaba tomando medidas para frenar este fraude fiscal.
Por otra parte, los líderes de los dos partidos protestantes, reverendo lan Paisley y James Molyneaux, y otros tres parlamentarios del Ulster hicieron entrega ayer en Buckingham Palace de las urnas que contienen un escrito con 400.000 firmas en el que se pide a la reina Isabel la convocatoria de un referéndum en Ir landa del Norte sobre el acuerdo anglo-irlandés, suscrito en noviembre de 1985.
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