El fiscal retira la acusación contra un abogado denunciado por un juez
B. DE LA C., El abogado Teodoro Mota quedó el pasado viernes libre de la acusación que contra él había formulado el ministerio fiscal por supuestos desórdenes públicos, por los que solicitaba un mes y un día de privación de libertad. Al final del juicio celebrado en el Juzgado de fnstrucción número 6 de Madrid por denuncia del titular del Juzgado número 25, Juan Miguel Esteve Campillo, el fiscal retiró la acusación.
Dicho juez denunció que Mota participó en unos desórdenes que acabaron con su expulsión de la sala de audiencias, conducido por la Guardia Civil.
El origen de esta causa, celebrada por el procedimiento oral para delitos menos graves y flagrantes, se remonta al 10 de febrero de 1986, fecha para la que estaba señalada en el juzgado del que es titular el magistrado Esteve una vista contra dos abogadas pertenecientes al Grupo de Abogados Jóvenes de Madrid. Antes de la vista ambas procesadas y su defensora, Ángeles López Álvarez, plantearon al magistrado unas cuestiones procesales, mientras que varios compañeros esperaban en el pasillo para asistir al juicio.
Ante la tardanza en dar la voz de audiencia pública y dado que la sala de audiencias había sido cerrada con llave, llamaron a la puerta, conducta que movió al magistrado a ordenar al agente que identificara a quienes habían llamado y, al negarse éstos a hacerlo si no era ante el juez, éste llamó a la Guardia Civil. A la llegada de los dos números de la Benemérita, se permitió la entrada en la sala. El magistrado ordenó entonces la detención de Teodoro Mota, quien dio sus datos personales al secretario del juzgado, momento en el que el juez cambió su anterior orden por la de expulsión de la sala.
Dos versiones
En la vista celebrada el'pasado viernes durante tres horas, se enfrentaron dos versiones de los hechos. Por una parte, la mantenida por varios de los abogados que presenciaron los hechos, que coincidieron en que no hubo motivo para llamar a la Guardia Civil ni ordenar la detención ni expulsión de nadie, y la sostenida por el juez denunciante y el secretario de su juzgado, José Yusti Basterrechea, quienes aseguraron que se dieron grandes golpes en la puerta, acompañados de voces y alboroto.
En un momento de la declaración de Yusti, quien afirmó que los abogados entraron en la sala de audiencias "pisando fuerte" y calificó a Mota de "cabecilla", el secretario-testigo propuso escenificar cuál fue la intensidad de los golpes. Para ello, salió al pasillo y aporreó con fuerza la puerta de la sala donde se estaba celebrando la vista. Los testigos que declararon a continuación aseguraron que la llamada a la puerta efectuada por los abogados el 10 de febrero de 1986 fue mucho más suave que la interpretada momentos antes por Yusti, que sobrecogió a algunos, según manifestaron ante el juez.
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