EE UU no cede a la exigencia de desmantelar Torrejón
España ha rechazado por "insuficiente" la contra oferta norteamericana sobre la reducción de la presencia militar de EE UU, reiterando que si al término del actual proceso negociador no se ha llegado a un acuerdo, el Gobierno no renovará el convenio de amistad, defensa y cooperación, que expira en mayo de 1988. Aunque no han dado detalles concretos sobre la oferta de Washington, este periódico ha sabido que sobre el punto clave de la negociación -la salida de España del Ala Táctica 401, compuesta por 79 cazabombardeos F-16, estacionados en Torrejón- no ha habido práctcamente ningún acuerdo. EE UU, en consecuencia, no cede a la exigencia española de desmantelar Torrejón.
Por parte norteamericana se señala que han hecho "un esfuerzo máximo" para conseguir un acuerdo, mientras por parte española se reitera que la oferta es "mínima e insuficiente", con escasos o nulos avances" en el tema clave del desmantelamiento de la base de Torrejón.El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordoñez, dijo ayer tarde en los pasillos del Congreso de los Diputados que la contrapropuesta formulada por Estados Unidos "está alejada de las posiciones españolas" y reiteró que "sin acuerdo sobre reducción militar no habrá nuevo convenio con Estados Unidos".
Fernández Ordóñez, que hizo esas declaraciones cuando se dirigía a la comisión mixta para la CE, donde informó sobre el Acta Única Europea, añadió que "la responsabilidad y la firmeza", seguirán presidiendo la posición española.
Mientras el ministro se dirigía al Congreso, las delegaciones negociadoras de los dos países se reunían de cuatro a seis de la tarde para concluir su cuarta ronda negociadora sobre la reducción de los efectivos norteamericanos. A la salida, el embajador estadounidense, Reginald Bartholomew, que preside el equipo negociador de su país, hizo una breve declaración, la primera que hace públicamente desde su llegada a España el pasado mes de septiembre: "Hemos puesto sobre la mesa una propuesta global y muy positiva, que representa de parte de mi Gobierno un esfuerzo máximo para conseguir un acuerdo con un amigo y un aliado y un acuerdo que responde a los intereses y la seguridad de ambas partes y que es consecuente con la seguridad de toda la Alianza".
Al margen de esa declaración oficial, cuyas palabras "están muy bien escogidas", según comentó un alto funcionario, poco más se informó por parte norteamericana. Un portavoz de la embajada dijo que el ambiente de la reunión había sido "bueno", "de trabajo", pero se negó a entrar en detalles sobre el contenido de la propuesta de Washington, insistiendo que se trata de "una propuesta global que incluye todos los temas de interés", y en que se trata de un esfuerzo máximo" del Gobierno norteamericano.
A la pregunta de si la oferta norteamericana hace concesiones sobre el Ala Táctica 401 de Torrejón, el mismo portavoz se negó a entrar en detalles, pero dijo que el Ala Táctica está "diseñada para mantener la seguridad de toda la Alianza". La respuesta puede interpretarse que ese tema no es negociable para Washington en este momento de las conversaciones.
Por parte española, el jefe del equipo negociador y secre tarlo general de Política Exterior, Máximo Cajal, dijo: "La propuesta presentada por Estados Unidos está alejada de las posiciones españolas". "Es positivo en si que haya habido una propuesta y seguiremos negociando". "Volveremos a reunirnos en la segunda quincena de marzo", concluyó Cajal, en su escueta intervención ante los pe riodistas a la salida de la reunión.
Reunión en la Moncloa
Posteriormente, el director de la Oficina de Información Diplomática, Inocencio Arias, agregó: "Las posturas entre las dos partes están distanciadas en la medida en que diversos componentes de la postura española, que España considera irrenunciables, no son aceptables". Arias agregó que para que pueda haber renovación del actual convenio tiene que producirse un acuerdo en el proceso negociador de reducción de las bases.La oferta norteamericana, la primera hecha por Washington en este proceso, fue analizada por el ministro de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, y el de Defensa, Narcís Serra, con el presidente del Gobierno, Felipe González, con quien se reunieron el martes por la noche en la Moncloa por espacio de una hora. A la reunión asistió el jefe del equipo negociador español, Máximo Cajal.
El ambiente a la salida de Cajal y Bartholomews ofrecía un aparente frialdad y envaramiento en las dos partes. Y ese parece que fue el clima de la última sesión negociadora, en la que la parte española comunicó su rechazo a la propuesta norteamericana del día anterior.
Esta ha sido la cuarta reunión entre España y Estados Unidos desde que el pasado 10 de julio se iniciaron las conversaciones. En octubre hubo una segunda reunión en Washington, y en diciembre una tercera sesión también en Madrid. El siguiente encuentro, previsto para la segunda quincena de marzo, no tiene fijado su emplazamiento, pero se cree que será en Madrid.
La firmeza española en sus planteamientos no excluye la buena disposición a continuar con las relaciones defensivas bilaterales con Washington. Y en este sentido, fuentes diplomáticas insisten en que España está dispuesta a ser flexible en los plazos y modalidades de la reducción militar norteamericana, una vez que Washington acepte el "principio irrenunciable" de la propuesta española Después del fracaso de la última sesión negociadora, las mismas fuentes señalan que EEUU, intentará presionar en favor de sus propuestas por varios conductos: a través de los aliados europeos comunes y explicando directamente sus tesis a militares influyentes y en instancias superiores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.