El líder musulmán pide calma y diálogo para resolver la tensión

El líder musulmán de Melilla, Aoinar Mohamedi Dudú, afirmó ayer, durante su primera conferencia de prensa en la ciudad marroquí de Nador, que está dispuesto a abandonar su liderazgo y constituirse "en un musulmán de a pie" si se respetan los derechos de su pueblo. "El problema no está entre el Gobierno y Dudú, sino entre el Gobierno y la comunidad musulmana, que exige sus derechos", dijo el líder musulmán. El dirigente, que lanzó duros ataques contra las autoridades españolas, hizo un llamamiento a la serenidad y al diálogo para resolver la actual tensión que vive Melilla.

Dudú, acompañado de sus dos hijas, aseguró que hay armas de fuego en poder de la comunidad civil cristiana de Melilla, y pidió al Gobierno de Madrid que "elimine cuanto antes" esta situación, que calificó de "altamente peligrosa". Dudú dijo que la actuación de la policía en los últimos disturbios fue "una venganza" y denunció como "injustas, ilegales y arbitrarias" las detenciones efectuadas contra el resto de los dirigentes, así como su posterior traslado a la prisión de Almería. Aseguró que la población musulmana de su ciudad "vive aterrorizada.

Hechos extraños

A la reunión asistieron, previa invitación, representantes de todos los medios informativos españoles y extranjeros concentrados estos días en Melilla. Televisión Española y Radio Nacional de España no acudieron. El traslado fue organizado por miembros de la Coordinadora del Pueblo Marroquí de Melilla, y por parte de las autoridades gubernativas de Nador se ofreció todo tipo de facilidades en la frontera. Sólo un automóvil de periodistas, debido a una falta de coordinación, tuvo que pasar por la comisaría local, pero 'Tue un malentendido", según ftientes marroquíes.

Manifestó Dudú que se habían producido hechos muy extraños en las detenciones del pasado fin de semana. Primero, comentó, se les detiene y se les lleva a comisaría. Luego pasan a disposición judicial y sin opción a poder elegir libremente sus abogados. Son enviados nuevamente a comisaría y, en vez de pasar a la prisión de Melilla, los trasladan a la de Almería. Y es más: entre los detenidos iniciales figura otra persona, Sid Driss Abdelkader, jefe religioso musulmán de la ciudad, del que se dice, primero, que por su estado de salud y edad pasa a una situación de arresto domiciliario, y resulta después que, en medio de este arresto, le obligan a visitar varias veces la Delegación del Gobierno. Si estaba verdaderamente detenido, ¿qué es esto, un secuestro o una detención ilegal?, se preguntó.

Según Dudú, los incidentes fueron provocados por la policía, y en especial por "los tres funcionarios y esa veintena de policías nacionales que fueron agregados meses atrás a la Costa del Sol y ahora se encuentran de nuevo aquí con Manuel Céspedes. Estos incidentes se desarrollaron todos ellos en los barrios musulmanes y no en los cristianos. ¿Qué hacía allí entonces la policía?"

Dudú, que utilizó un guión escrito en esta conferencia de prensa, recibió a EL PAÍS horas antes. En esa conversación anterior culpó al comisario Manuel Céspedes,delegado del Gobierno en Melilla, de haberse constituido en "el jefe de los cristianos", y negó las acusaciones de instigador flormuladas por éste días antes. El líder musulmán, sobre el que pesa una orden de busca y captura por los sucesos del fin de semana, se preguntó: %Cómo voy a ser yo el instigador de tales sucesos si yo estaba en Nador y no me enteré de lo que ocurrió hasta horas después?".

El líder melillense recibió a la Prensa en el domicilio que ocupa actualmente en el centro de Nador, un tercer piso de un inmueble próximo a la autopista que conduce a la frontera, distante 14 kilómetros.

Por su parte, el delegado del Gobierno en Melilla, Manuel Céspedes, manifestó anoche que no le sorprende el tono concialiador de Dudú. "Mi capacidad de sorpresa está agotada", dijo, ', aunque me congratuío de que haya reconsiderado sus posturas", según informa Efe.