Violentos enfrentamientos entre estudiantes y policías en las inmediaciones del Congreso

Diecisiete jóvenes fueron detenidos en las inmediaciones del Congreso de los Diputados, en Madrid, tras, los violentos enfrentamientos producidos en la tarde de ayer entre estudiantes y policías que formaban un cordón de seguridad en torno a la Cámara, según fuentes policiales. Ayer comparecieron ante las correspondientes comisiones del Congreso los ministros de Educación y Ciencia, José María Maravall, y del Interior, José Barrionuevo, para informar sobre el conflicto estudiantil.

La Policía Nacional intervino pasadas las ocho de la tarde de ayer para disolver con camiones-cisterna y agentes a caballo a grupos pequeños de manifestantes que les acosaban lanzando botellas y cristales de bocas de metro que previamente habían destrozado. Catorce personas (siete jóvenes y siete miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado) resultaron heridas leves a raíz del enfrentamiento entre manifestantes y policías.Un fuerte dispositivo de seguridad rodeó desde la mañana el palacio del Congreso en previsión de posibles incidentes ante las comparecencias de los dos miembros del Gobierno.

Los incidentes se produjeron mientras el ministro del Interior, José Barrionuevo, intervenía ante la comisión de Justicia e Interior de la Cámara. Barrionuevo manifestó su disposición a prohibir la utilización de armas de fuego en las manifestaciones.

El ministro del Interior, al informar sobre los incidentes producidos en la manifestación del pasado día 23 de enero, en Madrid, en la que resultó herida de bala una estudiante, no descartó que se produzcan ceses en un futuro por los graves incidentes. Respecto a su responsabilidad política señaló que "estoy muy dispuesto a dimitir y en nada dispuesto a desertar".

Durante la comparecencia del ministro de Educación y Ciencia ante la comisión de Educación, por la mañana, la oposición coincidió en la necesidad de incrementar los presupuestos destinados a la enseñanza. Maravall hizo un análisis eminentemente sociológico del movimiento estudiantil, al que definió como la "puesta de largo reivindicativa de la primera generación de la democracia" y, si bien admitió la importancia de la dimensión educativa del actual conflicto, subrayó los numerosos aspectos que exceden de dicho ámbito, especialmente los relacionados con la angustia de los jóvenes ante el problema del empleo.

Maravall hizo una defensa de la política llevada a cabo hasta ahora por el Gobierno socialista en materia de Educación, y esgri mió numerosos datos para de mostrar el esfuerzo del mismo en materia educativa. Se refirió, entre otros aspectos, al aumento de más de 500.000 millones de pesetas en los presupuestos de educación durante la primera legislatura. En cuanto a las demandas planteadas por los estudiantes, el ministro dijo que su departamento está abierto permanentemente al diálogo con sus representantes, y reiteró la posibilidad de atender aquellas que pueden recibir respuestas inmediatas, pero subrayó la imperiosa necesidad de supeditar otras a las reformas ya emprendidas del sistema educativo y rechazó la ímposibilidad de atender a las que comportarían una ruptura con las reglas del sistema democrático, porque supondrían la derogación de leyes aprobadas por el Parlamento, o simplemente por atentatorías al sentido común, como la exigencia de un salario para los estudiantes.

Prácticamente todos los portavoces de los grupos apuntaron la conveniencia de aumentar el porcentaje del PIB (producto interior bruto) destinado a educación, par aproximarse a los índices europeos, de los que España se encuentra muy alejada. La aproximación, al término, de la legislatura, al 5%, 6% y hasta el 7% fueron algunos de los objetivos apuntados.

La vanidad de Barrionuevo

Barrionuevo señaló que se encontraba entre las personas que más lamentaban las circunstancias graves que ocasionaron una herida de bala en un estudiante. "No tengo apego al cargo que tengo y mi vanidad como político está supercolmada", dijo el titular de Interior, para añadir que se mostraba dispuesto a dimitir de su cargo, pero no a desertar, en clara referencia a una Intervención suya ante los periodistas antes de comparecer en la comisión de Interior. Barrionuevo señaló a la prensa que "hay veces en que dimitir es desertar, y yo no soy un desertor".

Barrionuevo confirmó que el Ministerio del Interior tenía informaciones previas a la manifestación en el sentido de que grupos violentos intentarían sabotear la misma. No obstante, José Barrionuevo señaló que la información precisa que se tenía indicaba que grupos violentos, adscritos a los grupos ultraderechistas Bases Autónomas y Coordinadora de Estudiantes Nacional Revolucionaria intentaría en la plaza de la Moncloa provocar altercados.