El Ayuntamiento colocará farolas de estilo clásico en la Puerta del Sol

El martes comienza el cambio de las farolas en la Puerta deL Sol. Los cerca de 80 supositorios serán sustituidos por unas 70 farolas de estilo clásico, fernandino, iguales a las colocadas en las inmediaciones del palacio de Oriente. Los arquitectos autores de la reforma de Sol están en contra del modelo elegido, aunque oficialmente el Ayuntamiento no les ha informado ni de la decisión de cambiarlas.

El alcalde Juan Barranco decidió retirar las farolas a los 20 días de inaugurarlas en la Puerta del Sol. Barranco satisfacía así al "clamor popular" en contra de los llamados supositorios. El martes se ejecutará la orden de Barranco. La misma empresa que las instaló por un precio de 27 millones se las llevará al parque del Agua, y colocará en Sol las farolas de estilo clásico. El equipo de gobierno del Ayuntamiento, que para nada ha contado con los arquitectos de la reforma de Sol, ha elegido la farola clásica más simple, de un solo farol.El diario Ya había promovido una consulta popular sobre el tipo de farola más adecuado para Sol. El modelo más votado fue el isabelino, un candelabro recargado con cinco faroles (4.389 votos); el segundo fue otro candelabro de cuatro báculos (3.564); el tercer modelo tenía tres faroles (2.646), y es el más parecido al elegido por el Ayuntamiento. El diario recogió unos 14.000 votos. Diariamente pasan por la Puerta del Sol 500.000 personas.

El arquitecto Antonio Rivière, junto a Javier Ortega artífice de la reforma de Sol, manifestó ayer: "Con esas farolas pretendamos crear un sistema de iluminación a la antigua, pero buscando la modernidad, ya que la iluminación que impera actualmente es de puntos de luz muy fuertes, muy americana. Nosotros queríamos una iluminación difusa, de acuerdo con las características de la plaza".

"Sol es una plaza muy grande y requiere muchos puntos de luz, lo que tiene el problema de la aglomeración; por ese, las actuales farolas conducen a la simplicidad. No estamos de acuerdo con las fernandinas que se van a colocar ahora, porque son neobarrocas y producen un abarrotamiento visual; además, al cambiarlas se rompe la unidad de la plaza".

"Al poner esas farolas no se va a conseguir que se eliminen los puntos de luz; es una cuestión estética. Habrá parecida iluminación y el mismo número de puntos. Nosotros nos hemos quedado un poco al margen. Nos hemos enterado del cambio de una forma indirecta", terminó Riviére.

Enrique Bardají, gerente de Urbanismo, no opina lo mismo. Cree que las farolas no son un elemento fundamental de la plaza y que con el cambio no habrá más polémica.

La elección de la fernandina se debe a "su capacidad lumínica, porque no tiene brazos y se pueden colocar sin desentonar con el resto de la plaza y porque es bella", según el gerente.