Los españoles dedican más de una cuarta parte del presupuesto familiar a la compra de alimentos

Los españoles destinan una media de 9.300 pesetas mensuales a gastos de alimentación, y en su dieta predominan la leche, las frutas y hortalizas, carnes de ave, porcino y vacuno, pescado y aceite de oliva. El 26% del presupuesto familiar se dedica a la compra de productos alimenticios, con lo que superan la media de gastos de la Comunidad Europea, situada en un 19%. España sigue manteniendo unos hábitos de consumo similares al del resto de países mediterráneos, aunque paulatinamente ha ido reduciendo sus gastos alimentarios, que en los años sesenta absorbían el 55% del presupuesto familiar.

Los primeros datos semestrales de los paneles de consumo que viene realizando desde el pasado mes de mayo el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación indican que algunas regiones sobrepasan sustancialmente la media nacional de gastos alimentarios. En este sentido, la media se eleva a casi unas 10.500 pesetas mensuales en Galicia, Asturias, Aragón, Cataluña y Baleares. Por el contrario desciende hasta unas 8.500 pesetas por habitante y mes en la zona del Levante. Asimismo, los ciudadanos de las áreas metropolitanas gastan más en alimentación que los de las zonas rurales, y es Barcelona la ciudad de mayor consumo, unas 11.000 pesetas mensuales por habitante.Los españoles dedican la mayor parte de sus gastos alimenticios a la compra de carnes, un 27,5%. En segundo lugar se encuentran la leche y los derivados lácteos, que absorben un 14% del gasto total. Las frutas suponen el 9,4%, el pescado el 7,5% y el pan el 6,4%. Según el ministro de Agricultura, Carlos Romero, en España la estructura de gastos alimenticios está cambiando sustancialmente con respecto a años anteriores. Así, está disminuyendo el consumo de algunos alimentos básicos y están ganando posiciones los productos industrializados.

Por lo que se refiere a precios, el producto más caro sigue siendo la carne, con una media nacional de 553 pesetas por kilo. El pescado es el segundo producto más caro, con un promedio de venta de 482 pesetas por kilo. Los productos más baratos son las hortalizas, cuyo precio se eleva a 97 pesetas por kilo, las frutas frescas, a 95 pesetas el kilo, y la leche, a 70 pesetas el litro.

Estos precios medios sufren sin embargo, algunas variaciones de una zona a otra. Así, el área metropolitana de Bilbao paga la carne un 15% más cara que la media nacional, mientras que en Extremadura y Castilla-La Mancha el precio de la carne está entre 80 y 100 pesetas más barata. Igual sucede en el caso del pescado. Los andaluces compran el pescado un 20% más barato que la media nacional, mientras que en Barcelona el mismo producto eleva su precio en un 18%.

España empieza ya a alinearse con los hábitos de consumo de los doce, y las familias españolas, al igual que las del resto de Europa, están reduciendo sus gastos en alimentación. Así, en los años sesenta los españoles dedicaban el 55% de su presupuesto a la compra de alimentos, mientras que ahora sólo se destina el 26%, cifra similar al del resto de países mediterráneos.