El enfrentamiento entre Marchais y los 'renovadores' causa la dimisión de dos altos dirigentes comunistas franceses

Dos dirigentes históricos del Partido Comunista Francés (PCF), Claude Poperen, de 55 años, y Marcel Rigout, de 58, han presentado la dimisión de todos sus cargos en la organización en protesta por unas recientes declaraciones del secretario general, Georges Marchais, en las que acusaba de "liquidacionistas" a los militantes del llamado sector renovador. Ninguno de los dos ha manifestado su intención de abandonar el PCF.

Claude Poperen es hermano del vicesecretario general del partido socialista, Jean Poperen. Milita en las filas comunistas desde los 15 años. Se ha dedicado a la actividad sindical y se le consideraba muy próximo a Georges Marchais hasta 1984, cuando empezaron sus divergencias con motivo de los malos resultados obtenidos por su partido en las elecciones parlamentarías europeas. Pertenecía a la dirección del PCF.Marcel Rigout milita en el partido comunista desde los 16 años. Es diputado y consejero general del departamento de Haute-Vienne, donde los comunistas obtuvieron en las últimas elecciones generales casi un 21% de los votos y cuentan con 46 alcaldías. Rigout era miembro del Comité Central y fue uno de los cuatro ministros comunistas del Gobierno de Unión de Izquierdas, formado con los socialistas en 1981, con la cartera de Formación Profesional.

Métodos antidemocráticos

Los dos renovadores, tachados ahora de liquidadores, responsabilizan a la dirección del PCF de los malos resultados obtenidos en todas las elecciones desde 1981 y cuestionan los métodos antidemocráticos utilizados por Georges Marchais y el aparato del partido respecto a los renovadores.Según Marchais, los reveses electorales del PCF se deben al giro a la derecha experimentado por toda la sociedad francesa. Para el secretario general, hay que esperar que regrese una nueva tendencia hacia la izquierda según la famosa teoría del péndulo.

El secretario general cree que el partido comunista debe cuidar, mientras tanto, de marcar sus distancias con el socialismo, al que identifica con la derecha.

Para los renovadores, no hay tal giro a la derecha, como demuestra supuestamente la reciente efervescencia estudiantil y obrera, sino ineptitud de la dirección del partido e incapacidad para comprender las nuevas realidades sociales.

Pierre Juquin, el único renovador que queda en el Comité Central del PCF, defendió en la reunión de este organismo del pasado lunes la necesidad "de una organizacion política revolucionaria" que "se sitúa en el polo opuesto del sueño hegemónico de un partido socialista casi único, no importa cómo sea el abanico de sus corrientes, y del suicidio político de un partido comunista marginalizado, solo contra todos"', afirmó.

Estas frases de Juquin han sido interpretadas como un llamamiento a la organizacion de los renovadores. Estos están permanentemente cortejados por distintos grupos, como los sectores más izquierdistas del Partido Socialista y por las formaciones políticas de la extrema izquierda revitalizados en los últimos meses por el desarrollo del movimiento estudiantil y por las huelgas de los servicios públicos franceses.