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Toxicómanos encerrados en Entrevías se oponen al cambio del equipo de psicólogos

Un grupo de más de 100 toxicómanos en rehabilitación del sur de Madrid y sus familiares se encuentran encerrados desde el pasado día 23 en la sede del Servicio Social de Atención y Reinserción de Drogodependientes (SSARD), en el barrio de Entrevías, para protestar por la decisión del Ayuntamiento de sustituir al equipo de expertos que lo dirige. El Ayuntamiento afirma que sólo quiere asegurar la continuidad del centro.

Las muestras de solidaridad con los encerrados no cesan de llegar desde el día del encierro, el pasado viernes. LaCoordinadora de Barrios, el padre Llanos, Juventud y

Solidaridad , Asociación cultural La Kalle, Asociación de ex Toxicómanos Reinsertados, y otros grupos, han firmado un comunicado de apoyo en el que denuncian lo que consideran la táctica del Ayuntamiento y de la Administración en general: la de vender a la opinión pública la imagen de que se hacen cosas, de que se quieren resolver los problemas de los jóvenes, pero sin poner luego los medios reales para ello. El conflicto surgió en diciembre, cuando el Ayuntamiento comunicó al equipo de psicólogos que gestiona el centro que no les serían renovados los contratos temporales a tres de ellos porque iban ser sustituidos por personal propio municipal. Los toxicómanos en recuperación fueron los primeros que se negaron al cambio. "El tratamiento de un drogadicto se basa también", dicen, "en la confianza y en las relaciones personales que se crean con los especialistas. Durante dos años nuestra relación con los psicólogos y el restante personal del centro ha sido muy bueno, y no entendemos por qué ahora quieren sustituirlos".

El SSARD se encuentra en una casa baja, un tanto destartalada, situada en el número 5 de la calle de Benamejí, en Entrevías. Es el primer y único centro municipal que se ha abierto en Madrid para el tratamiento de toxicómanos, y los resultados cosechados hasta ahora son buenos: el índice de curación se sitúa en torno al 40% de los casos, y siempre hay un grupo de unos 120 muchachos en tratamiento.

El equipo, con contratos temporales y formado por los cinco psicólogos, un asistente social, un auxiliar de clínica y dos administrativos, ha trabajado de forma vocacional, sin atender a horarios, de trabajo ni otras formalidades y volcándose en el apoyo a los chavales, tal y como éstos mismos reconocen. El Ayuntamiento quiere sustituir a tres de los psicólogos, al auxiliar clínico y a los administrativos.

La postura municipal

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Pilar Fernández, concejala de Servicios Sociales, aseguró que la municipalización del servicio (gestionado con personal de plantilla) no es un capricho, sino, precisamente, "la mejor manera, de asegurar la continuidad del SSARD. Ahora es un centro piloto que depende de las subvenciones, que pueden variar o incluso ser eliminadas, según la idea del concejal o del Ayuntamiento de turno. Una vez municipalizado, el SSARD sería un departamento municipal más, y ya no dependería de la voluntad de nadie. Por otra parte, losexpertos municipales no son tampoco gente sin experiencia, como ellos temen. El tratamiento de los jóvenes no se vería dificultado". Ninguna de las partes en conflicto cede en sus posturas. Lo que están en situación más precaria es el actual equipo de trabajadores contratados, que desde diciembre han dejado de percibir sus salarios.

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