Rau logra evitar el hundimiento del Partido Socialdemócrata
No se produjo ayer la catástrofe electoral para el Partido Socialdemócrata alemán (SPD) que analistas y sondeos pronosticaron en los últimos días. Con el 37,7%, tan sólo medio punto menos que en las pasadas elecciones, el candidato socialdemócrata, Johannes Rau, ha fracasado en su objetivo, desde hace tiempo ilusorio, de conquistar la mayoría absoluta, pero ha evitado el hundimiento del partido.En la sede central del Partido Socialdemócrata, conocida popularmente como la barraca, en la capital federal, el alivio a la vista del resultado era ayer evidente. El candidato a la Cancillería, Johannes Rau, reconoció: "Hemos fracasado en nuestro objetivo" y "somos los perdedores".
No obstante, Rau ha salido reforzado para el debate que hoy mismo, con el análisis de los resultados por la dirección, comenzará en el seno del partido. Con su estoica campaña, pese al lastre de su objetivo utópico de la mayoría absoluta y el escaso apoyo recibido por otros miembros de la dirección, Rau ha logrado en las últimas semanas remontar en varios puntos el apoyo del electorado.
En el debate interno, el ex canciller Willy Brandt deberá enfrentarse a las críticas de sectores del SPD que consideran que la actitud del anciano presidente del partido hacia Rau ha rayado en el sabotaje electoral. Si Brandt quería liquidar políticamente a Rau para abrir el paso a una política de cooperación con los verdes encabezada por su delfín Oskar Lafontaine, ha errado su objetivo, al menos por el momento.El debate sobre la cooperación con los verdes se recrudecerá, ya que el resultado de ayer demuestra que éstos son ya imprescindibles para crear una opción de la izquierdáen la RFA.
La sucesión de Brandt
Tras las elecciones, queda abierta la pugna por la sucesión de Willy Brandt, quien, a sus 73 años, ha anunciado que no se presenta a la reelección, en 1988, como presidente del SDP. Su sucesor podrían ser el jefe del grupo parlamentario y vicepresidente, Hans Jochen Vogel, el propio Rau como representante del ala tradicional del partido o el nuevo líder de la izquierda, del partido, Oskar Lafontaine. Está pendiente, asimismo, la aprobación del nuevo programa, considerado como la herencia de Brandt, que revisa el histórico proyecto de Bad Godesberg de 1959. La futura línea que adopte el Partido Socialdemócrata respecto a los verdes es decisiva para la redacción definitiva de este programa.
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