Nicaragua presenta a Contadora un nuevo plan de paz

El Gobierno de Nicaragua, por medio del presidente Daniel Ortega, propuso al llamado grupo de los diez (formado por los cuatro cancilleres de Contadora, los cuatro del Grupo de Apoyo y los secretarios generales de la ONU y la OEA) un nuevo plan de paz según el cual "el cese de la agresión de Estados Unidos contribuiría a crear las condiciones propicias para poner en plena vigencia, sin restricción alguna, la Constitución de la República de Nicaragua, promulgada el 9 de enero del presente". Nicaragua exige "como un primer paso para iniciar el rescate de su credibilidad internacional" que EE UU cumpla la sentencia del Tribunal Internacional de La Haya, "cesando de inmediato todas las actividades militares y paramilitares contra Nicaragua".

Las autoridades sandinistas están dispuestas a reanudar la discusión sobre las cuestiones pendientes del Acta de Paz de Contadora. Sobre el recurso presentado por Nicaragua ante el Tribunal de La Haya contra Costa Rica y Honduras, el presidente Ortega manifestó que no existe "fundamento alguno para caracterizarlo como contrario a los intereses de paz". Los Gobiernos de Costa, Rica y Honduras insisten en que no pueden negociar con Nicaragua a causa de la demanda planteada ante el Tribunal Internacional de La Haya.El Gobierno de Nicaragua invita al de Costa Rica "a reanudar de inmediato el proceso de negociaciones bilaterales iniciado en 1984 bajo los auspicios de Contadora", y extiende la invitación al Gobierno de Honduras para iniciar un proceso similar. Estas negociaciones, según la propuesta de Nicaragua, deberán culminar con acuerdos bilaterales con Costa Rica y/o con Honduras para garantizar "la seguridad e inviolabilidad de las fronteras". Propuso también Nicaragua un acuerdo entre los cinco países centroamericanos que contenga mecanismos eficaces de verificación y control sobre el terreno.

Garantías legales

El Gobierno de Nicaragua ofreció "todas las garantías legales a los nicaragüenses involucrados en actividades contrarrevolucionarias que deseen acogerse a la ley de amnistía". El Gobierno sandinista también ofreció la posibilidad de regresar a los refugiados en Honduras y Costa Rica que deseen volver voluntariamente, y finalmente Nicaragua asegura que está dispuesta a colaborar con los Gobiernos de Honduras y Costa Rica para que terceros países reciban a los contrarrevolucionarios que no se acojan a la ley de amnistía.Con gritos de "queremos la paz", varios miles de nicaragüenses dieron la bienvenida al llamado grupo de los diez, formado por los cancilleres del Grupo de Contadora (México, Colombia, Ve nezuela, y Panamá), de Apoyo (Argentina, Brasil, Perú y Uruguay) y los secretarios generales de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, y de la Organización de Estados Americanos, Joáo Baena Soares, a su llegada a Managua a la una de la tarde (ocho de la tarde, hora peninsular española).

Hora y media después de la llegada, el grupo de los diez se reunió en el centro de convenciones de Managua con sus interlocutores nicaragüenses. Daniel Ortega dio la bienvenida al grupo de los diez y aprovechó la ocasión para desear un "feliz cumpleaños en Nicaragua" a Pérez de Cuéllar. Ésta es la primera ocasión en que un secretario general de la ONU visita Nicaragua.

En el salón de convenciones, donde se reunieron las dos delegaciones, había dos letreros en la pared que decían: "Nicaragua quiere paz. con dignidad" y "Saludamos a la misión pacificadora de ONU, OEA, Contadora y Grupo de Apoyo". Las dos delegaciones se sentaron frente a frente.

El recibimiento al grupo de los diez en Nicaragua contrastó con el de Costa Rica, en la misma mañana de ayer. Según los acompañantes del vuelo, la recepción en San José de Costa Rica fue más bien fría.

Reticencia en Costa Rica

Los comentarios de los políticos del Gobierno costarricense ante la misión de los diez eran más bien reticentes, con un tono de "¿qué tiene que hacer esta gente aquí?" y "lo que hay que hacer es democratizar Nicaragua".Costa Rica ha elaborado recientemente y expuesto en Estados Unidos una propuesta de paz, que se basa fundamentalmente en la exigencia de una democratización interior de Nicaragua.

En Managua, la Prensa sandinista se volcó ayer en apoyo a la misión de los diez y al Grupo de Contadora. Un editorial del órgano oficial del Frente Sandinista de Liberación Nacional, Barricada, titulado "Contadora frente al guerrerismo de Estados Unidos", decía que "dos direcciones totalmente opuestas marcan Contadora y Estados Unidos, y esta contradicción se expresa en un claro encontronazo de posiciones entre el grupo pacificador y la Casa Blanca".

Por eso, la gestión que ha hecho esta revitalizada Contadora está ineludiblemente acompañada por la contrariedad de Washington que, tras fracasar en sus intentos de impedir esta gira centroamericana por la paz, está lanzando una iniciativa a través del Bloque de Tegucigalpa.

En las calles de Managua, grupos de centenares de personas procedentes de las fábricas, a lo largo de la carretera norte, portaban pancartas de apoyo a la gestión de Contadora y de bienvenida a los cancilleres y secretarios generales de la ONU y la OEA. El total de personas agrupadas hasta el mismo centro de convenciones puede calcularse en unas 10.000.