El contrabando con Camerún permite comer
El contrabando entre Chad y Camerún se ha convertido en el principal recurso del ama de casa de Yamena para asegurar la subsistencia de sus familias. Gracias a ello, las tiendas de esta capital gozan de un abastecimiento que no corresponde con el cuadro de un país en estado de guerra."Todo lo que hay en las tiendas de la ciudad (azúcar, conservas de tomate, latas de cocacola, telas, jabón o perfumes) lo traen las mujeres, de contrabando, de la otra orilla del río Chari". "Las familias tienen muchos hijos, y hay que añadir el séquito de parientes que a la hora de comer suele presentarse en las casas, y, a los que, según la costumbre africana, no se les puede negar un plato, aunque sea a costa del propio", afirma una joven de 28 años, madre de seis niños.
"La faena comienza al amanecer. Se cruza el río con una piragua de las que realizan el servicio regular entre las dos orillas del Chari, y se compra lamercancía en el poblado más próximo a la frontera del lado camerunés". Se vuelve a cruzar el río normalmente y al llegar a la frontera chadiana se paga un tanto a los aduaneros del primer puesto de control situa,do en la orilla del río. El tanto, necesario para que los guardias hagan la vista gorda, depende de lo que se lleva. Una mujer puede llegar a transportar hasta unos 20 kilos de azúcar de una sentada.
La operación se complica cuando llega el momento de pasar el segundo puesto de aduaneros, sobre el puente del río Chua: "Si ellos te cogen, se quedan con todo. Así que se esconde la mercancía por el camino, entre la vegetación".
La mujer regresa a su casa hacia el atardecer, pero deberá esperar a que se haga de noche para recuperar el botín. El momento de la verdad llegará hacia las tres de la mañana, hora adecuada para deslizarse sigilosamente con una piragua hasta el escondite y recuperar la mercancía.
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