Patrimonio musical
En respuesta a la carta del señor Pániker publicada en su periódico el martes 6 de enero de 1987 titulada Conservas Beethoven, relativa a la indiscriminada utilización de la música en la publicidad, y en particular a la pregunta "¿a quién hay que dirigirse para que se prohiban de una vez tamañas fechorías?", yo propondría la creación de un organismo para la protección del patrimonio musical.Se protege el patrimonio arquitectónico, se utilizan vigilantes y toda clase de medidas de seguridad para proteger el patrimonio pictórico y escultórico, y sin embargo se permite, por ejemplo, utilizar música de Wagner para anunciar una margarina o, en fin, cualquiera de los casos citados por el señor Pániker. Así como en algún caso la dignidad de la música queda preservada, en otros, los más, se degrada algo que pertenece al patrimonio cultural de la humanidad.
Este organismo de defensa del patrimonio musical debería, entre otras cosas, examinar antes de su emisión cualquier anuncio publicitario que utilice música que no haya sido compuesta para tal fin y autorizar o no su emisión en la medida en que la dignidad de la música sa o no respetada.-
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