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Fernández Ordóñez asegura que Londres bloquea las negociaciones sobre Gibraltar

Los ministros de Asuntos Exteriores de España y del Reino Unido, Francisco Fernández Ordóñez y sir Geoffrey Howe, intercambiaron ayer sus profundas diferencias sobre las negociaciones del contencioso colonial de Gibraltar. En la primera sesión de la cumbre hispano-británica que se celebra en Londres, el ministro español insistió en que los británicos están bloqueando el proceso negociador que se inició con la declaración de Bruselas, en noviembre de 1984, por la que los dos países se comprometieron a solucionar "todas sus diferencias sobre Gibraltar", incluidas "las cuestiones de soberanía".

Londres sostiene que el espíritu de la declaración de Bruselas sigue vigente y es necesario un mayor esfuerzo y una mayor cooperación entre España y Gibraltar, como fórmula para ganarse a la población de la colonia antes de hablar de posibles cambios en el estatus actual. Para Londres, en definitiva, el asunto de la soberanía sobre Gibraltar no parece estar todavía lo suficientemente maduro para tratarlo en sus negociaciones con España.Howe y Fernández Ordóñez se entrevistaron a solas una hora más de lo previsto -de 16.30 a 18.30-. Posteriormente, se incorporaron a la reunión un reducido grupo de colaboradores con los que ambos ministros analizaron diversos temas internacionales.

Frío ambiental

La reunión, en la sede oficial del Foreign Office, comenzó por la noche en la capital británica, en un marco de nieve y frío polar más intenso, en cualquier caso, que la frialdad diplomática del encuentro ministerial, calificado de "duro y tenso" por un miembro de la delegación española.Fernández Ordóñez, al expresar a su homólogo británico la frustración española sobre el estancamiento de las negociaciones, insistió en que para España el tema de la soberanía de Gibraltar es irrenunciable y prioritario, y añadió que Madrid considera que no pueden existir relaciones plenas entre España y Gran Bretaña, dos países amigos, socios y aliados mientras no se resuelva el problema gibraltareño.

Las profundas diferencias hispano-británicas en esta reunión se refieren incluso a su contenido previo.

La parte española sostiene que se trata de una cumbre sobre Gibraltar. Ésa es su razón de ser, aunque en la entrevista entre los ministros se hable de otros temas bilaterales internacionales.

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El Foreign Office señala, en cambio, que se trata de una reunión más, una excelente ocasión para repasar diferentes cuestiones bilaterales, comunitarias, de temas internacionales y en general, y, naturalmente, del contencioso de Gibraltar.

Esta mañana, las dos delegaciones volverán a reunirse en sesión plenaria, donde harán un repaso de los efectos recíprocos que está suponiendo la cooperación bilateral desde la reapertura de la Verja, tanto en la colonia como en el Campo de Gibraltar.

Posteriormente, Fernández Ordóñez, acudirá al 10 de Dowing Street, residencia oficial de la primera ministra, Margaret Thatcher, con quien se entrevistará por espacio de media hora.

Frustración española

Será en este encuentro donde el jefe de la diplomacia española exprese también a la primera ministra británica la frustración y el desencanto en el Gobierno socialista por el bloqueo en las negociaciones sobre Gibraltar.Como en el caso del ministro Howe, la previsible respuesta de Margaret Thatcher insistirá en que la impaciencia española es exagerada, y que apenas dos años desde la apertura de la Verja es muy poco tiempo para acabar con las resistencias mostradas por la población gibraltareña, después de 16 años de duro bloqueo y aislamiento desde España.

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