Un nido de cigüeñas obliga a modificar las obras de restauración de una iglesia de Alcalá

Las obras de restauración de la iglesia de Santa María, en Alcalá de Henares, tuvieron que empezarse por el tejado y acelerar su ritmo durante dos semanas para que el nido de cigüeñas situado en el tejado estuviese dispuesto para recibir a tiempo a sus inquilinas, que en estos días llegan procedentes de Africa.

El nido, de tres metros de diámetro por dos de altura" fue retirado con una grúa y depositado en el suelo durante el tiempo que duraron las obras para instalar en la torre un tejadillo y un chapitel semejantes a los que la coronaban antes del incendio de 1973.Tras colocarse los revestimentos y la veleta-cruz que remata el conjunto, conservada intacta desde el incendio, se modificó el proyecto inicial de restauración. Se añadió en el tejado un soporte diseñado para contener el nido, uno de los elementos sustanciales de la torre desde hace siglos.

La decisión de "empezar la casa por el tejado" partió del alcalde de la ciudad, Arsenio Lope Huerta, quien en 1983 consiguió del pleno municipal el acuerdo de proteger al colectivo de cigüeñas "como parte del patrimonio histórico-cultural de Alcalá de Henares".

La población de cigüeñas de Alcalá es de 25 ejemplares, repartidos en una docena de nidos situados en los monumentos más antiguos. "Desde 1985 se ha notado un descenso en la afluencia de cigüeñas y el adelanto de su llegada a Alcalá", asegura Modesto Quijada, concejal de Cultura.