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Fracasan las gestiones para retener en España las obras cedidas por Jacqueline Picasso

Cultura justifica el regreso a Francia de los cuadros por la falta de documentos

La decisión de hacer regresar a Francia las 61 obras de la exposición Picasso en Madrid, cedidas a España de palabra por Jacqueline Picasso, supone el fracaso de las gestiones para retener las obras en el país realizadas desde la muerte de la viuda del pintor, el 15 de octubre. El director general de Bellas Artes, Miguel Satrústegui, explicó el jueves que no existe un documento legal sólido que ampare la pretensión de guardar las obras en España. El abogado José Mario Armero difiere de Satrústegui. Cerca de 200.000 personas han visitado la exposición desde octubre.

Miguel Satrústegui declaró que su departamento hará regresar los cuadros a Francia a partir del lunes, cuando termina la exposición inaugurada el 25 de octubre, debido a la inexistencia de documentos jurídicos sólidos que amparen otra pretensión. La exposición se exhibe en el Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC), cuyo director, Aurelio Torrente, coincide con Satrústegui.La expectativa de que los cuadros se quedaran en España se creó al saberse, tras la muerte de Jacqueline Roque, el 15 de octubre, que la viuda de Picasso había, expresado su deseo varias veces, de palabra, de que las obras quedasen en España. Lo mismo dijo a la revista Paris-Match.

Jacqueline Roque se suicidó de un disparo el 15 de octubre, y, prescrito el plazo legal, no fue encontrado testamento. En principio, su heredera universal es Katherine Hutin, hija de Jaequeline de un matrimonio anterior a su unión con Picasso.

Según declaró el abogado internacionalista José Mario Armero, vinculado a la traída del Guernica a España y conocedor de la situación jurídica de la herencia Picasso, el regreso a Francia de las obras es precipitado, pues existían suficientes bases jurídicas para retenerlas; por ejemplo, las reiteradas declaraciones verbables de Jaqueline Roque de que deseaba dejar las obras a España.

Sin información

"La información que tengo es que no tengo ninguna información", dijo Armero cuando fue consultado. sobre este asunto. "Lo que me extraña es que el ministerio de Cultura no haya informado de forma suficiente sobre las circunstancias en que los cuadros vuelven a Francia".A su juicio, al no existir testamento ni declaración de herederos, y al poderse demostrar que hubo una donación verbal de las obras -pues las declaraciones de Jacqueline fueron reiterada y ante testigos-, los cuadros deberían quedarse en España hasta que la justicia zanjara la cuestión.

Miguel Satrústegui piensa por el contrario que sólo un título jurídico de peso podría autorizar a España a retener los cuadros. Guardarlos tal como están las cosas "no sólo violaría la ley sino que podría producir perjuicios incalculables para la actividad española en el mundo internacional del arte". Las obras se devuelven, dijo, cuando termina el permiso de exportación -temporal- para sacarlas de Francia.

Armero, sin embargo, afirma que el permiso es ilimitado. "El ministro sabe que los cuadros salieron de Francia con licencia de exportación ilimitada", dijo,,. Según el abogado, " no se ha intentado demostrar que hubo donación verbal", y los cuadros se podían haber dejado en España, por lo menos a la espera de que se produjera una declaración de hered eros. "Me extraña esa prisa por llevarse los cuadros", dijo, y sugirió la posibilidad de que se haya producido alguna presión por parte del Gobierno francés. Esta afirmación fue negada por Satrústegui: "No ha habido presión política", dijo, "que de haberse producido sólo podría haber anulado un documento que no existe

Satrústegui aseguró que los cuadros vuelven a Francia después de un intenso estudio en el que "se han tenido en cuenta las opiniones de todas las personas interesadas, como la hija de Jacqueline, las autoridades francesas, etcétera". "Tenemos la sensación de haber hecho lo que teníamos que hacer", dijo Satrústegui es decir' "informar a los ciudadanos de que Jacqueline Picasso expresó varias veces su deseo de que las obras fuesen para España, investigar cuáles eran las verdaderas posibilidades de cumplir su deseo, y cumplir con nuestra obligación de devolver las obras".

'Aux espagnols morts pour la France'

Uno de los cuadros de la exposición Picasso en Madrid es un proyecto, de 1947, de monumento a los españoles muertos por Francia. Una característica cabeza picassiana, con corona de laurel, reposa sobre un podio en el que se enreda un lazo azul, blanco y rojo, los colores de la bandera francesa. Una placa ofrece el monumento "aux espagnols morts pour la France" ("a los españoles muertos por Francia"). Al frente, una calavera reposa sobre dos huesos largos.Según José Mario Armero, Picasso tuvo desde el comienzo la intención de entregar el cuadro a España en un proceso parecido al del Guernica.

Jacqueline Roque, la viuda de Picasso, dijo varias veces a Aurelio Torrente que deseaba dejar la colección "a su museo".

También comunicó el proyecto, según dijo a Torrente, al presidente François Mitterrand, a Michel Guy, director del Festival de Otoño de París, y a Hubert Landais, director de Museos de Francia, su amigo y albacea.

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