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RELIGIÓN

Polémica en Yugoslavia por la felicitación navideña de un obispo católico

Un obispo yugoslavo ha podido, por primera vez desde el fin de la II Guerra Mundial, felicitar a sus feligreses la Navidad, hecho que ha desatado ríos de tinta en la Prensa de un país que tiene tres confesiones: catolicismo, cristianismo ortodoxo e islamismo.El arzobispo católico Alojzija Sustara se dirigió por los micrófonos de Radio Ljubljana, capital de Eslovenia, una de las seis repúblicas federadas yugoslavas, "a los fieles y a quienes piensan a su manera, para recordarles la llegada del Salvador".

Los ortodoxos celebran la Navidad el 7 de enero, por estar su calendario desfasado respecto al occidental en 14 días. El pueblo mayoritario de la federación yugoslava, el serbio, es de religión ortodoxa. También los montenegrinos, los macedonios y buena parte de los bosniacos, siguen "el viejo calendario".

Sin crítica oficial

En medios ortodoxos se está intentando que un dignatario de su Iglesia se dirija a sus fieles el día de Navidad o el de Nochevieja (13 de enero). Es posible que el propió patriarca salga ante los micrófonos de Radio Belgrado. Por el momento, el diario yugoslavo Borba, muy próximo en sus opiniones a las de la Liga de los Comunistas, se ha abstenido de criticar la emisión navideña deRadio Ljubljana, en la que participó también un alto funcionario comunista.Las tres grandes religiones yugoslavas observan un comportamiento diferenciado frente al Estado. Los representantes oficiales de las diversas corrientes de los cuatro millones de musulmanes (20% de la población) no ven gran conflicto entre las cosas de Dios y las del César. Son los hijos espirituales de cuatro siglos de dominio turco y los integristas son minoritarios entre ellos. Se dan también casos aislados de imanes que en las aldeas circundantes de Sarajevo prohíben a sus fieles llevar zapatos y cinturones de piel de cerdo sí quieren ir al Edén.

Los ortodoxos, mayoritarios, son una religión más intimista que la variante católica del cristianismo y se mezcla menos en las cosas del Gobierno. [Hay una Iglesia ortodoxa instalada en Macedonia con apoyo del Estado y que no es reconocida por los patríarcas de Constantinopla, de Belgrado, de Atenas y de Moscú.] De los católicos, los que más conflictos tienen con el César son los de Croacia, muy obedientes al Vaticano. En cambio, los de Eslovenia, cuyo arzobispo ha podido empuñar el micrófono esta Navidad, mantienen posiciones más dóciles con las autoridades.

Según la Constitución yugoslava, los asuntos religiosos son de la competencia de cada una de las seis repúblicas federadas. El diario Borba apunta a que sólo hay en Europa cinco países en los que la Navidad no es fiesta: Yugoslavia, la Unión Soviética, Rumanía, Bulgaria y Albania, país en el que se clausuraron todos los templos en 1967.

La Prensa yugoslava recoge también que, por primera vez, la agencia soviética Tass ha informado de la Navidad católica en la URSS; se cita el mensaje de la madre Bárbara, una abadesa de un monasterio de Estonia, que ha preguntado por escrito al presidente estadounidense, Ronald Reagari, si, de verdad, cree en Dios. "Si cree, no entiendo por qué transforma ese cielo azul de nuestras plegarias en campo de máquinas infernales".

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