Alfredo Molinas, reelegido presidente de la patronal catalana Fomento del Trabajo
Alfredo Molinas Bellido resultó reelegido ayer por la tarde como presidente de la patronal catalana Fomento del Trabajo Nacional, con lo que iniciará su tercer mandato. El Consejo General de Fomento emitió 1.024 votos a favor de Molinas y 10 votos en blanco. La candidatura para la junta directiva, que al igual que la presidencia era única, obtuvo 1.005 votos a favor y 40 en blanco. La participación fue, aproximadamente, del 50%. Ningún representante del sector textil algodonero acudió a votar.
Como vicepresidentes de Fomento se mantienen Lorenzo Gascón, Fernando Espiau, Antonio Algueró y Julio Sanmiguel. El comité ejecutivo queda compuesto por Guillermo Bueno, Juan Doménech, Carlos de Egullor, José Famadas, Juan Grau, Manuel Guerrero, José María Miró, Salvador Piera, José Roca Pagés, Juan Rosell y Carles Sumarroca. La incorporación de Sumarroca al equipo de Molinas se considera importante como signo de la aproximación del presidente de la patronal catalana a Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), el partido en el poder en Cataluña. Hasta ahora, Fomento y CDC habían mantenido unas relaciones difíciles, que llevaron al partido de Pujol a intentar potenciar su propia organización empresarial.
Crisis con los algodoneros
Los miembros de la Asociación de Industrias Textiles del Proceso Algodonero (AITPA) no acudieron ayer a la votación, tal como se esperaba, para reflejar su descontento con Molinas y su directiva. La crisis entre la directiva de Fomento y los algodoneros -fundadores del primer núcleo de la patronal catalana y uno de los grupos de mayor peso histórico en su seno- se originó al no incluir Molinas en su candidatura de junta directiva a ningún representante de AITPA, como era tradicional.Los algodoneros afirman que se trata de una "exclusión deliberada", ya que en estas elecciones se ha ampliado la junta de 38 a 60 miembros. Añaden que las diferencias con Molinas son profundas, ya que éste da prioridad a la actuación genérica de la patronal y mantiene una actitud de enfrentamiento político con el Gobierno, mientras los algodoneros consideran que deberían potenciarse los organismos sectoriales y mantienen una actitud moderada frente a los poderes públicos.
Molinas alcanzó por primera vez la presidencia de Fomento del Trabajo en 1977, al dimitir el entonces presidente, Carlos Ferrer Salat, para presentarse a las elecciones de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), recién creada en aquel momento. En mayo de 1978, fue elegido presidente por votación, y reelegido en mayo de 1983. En aquella ocasión, estuvo a punto de cristalizar una candidatura alternativa patrocinada por representantes de grandes empresas y los sectores más liberales del empresariado, aunque finalmente Molinas no tuvo rival, como tampoco lo tuvo ayer.
En el discurso pronunciado tras su reelección, Molinas criticó a la Administración por su mtervencionismo y a los políticos, de los que dijo que "siente fiebre por hacerse empresarios, pero jugando con el dinero del pueblo". Reclamó, asimismo, que el Gobierno limite el gasto y el déficit público, que se rebajen los costes energéticos y sociales y que el sistema fiscal deje de penalizar el ahorro y la inversión.
Respecto a su programa para el nuevo mandato, Molinas lo resumió en tres puntos: reforzar la estructura representativa de Fomento del Trabajo; representar los intereses empresariales ante los interlocutores públicos y sociales; y participar en todos los asuntos que de una forma u otra afecten a los empresarios en su calidad de ciudadanos.
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