La duplicidad de Dudú
Una servidora no está de acuerdo con quienes dicen que el Gobierno se equivocó con Dudú al darle un puesto en la Administración. Siempre respaldaré los gestos que implican diálogo y voluntad de entendimiento. Planteado así, está claro que el problema reside en saber escoger el interlocutor más válido, y no hay .duda de que Dudú era el más válido por la simple razón de que no había ningún otro. Distinta cuestión es que el interlocutor haya salido rana y se haya ido por los cerros de Ubeda -quiero decir de Rabal- a la primera ocasión; pero esto sólo ha venido a demostrar la duplicidad del señor Dudú. Nadie puede honestamente culpar a nuestro Gobierno de que no se esforzara por lograr un entendimiento con el líder musulmán.- María Rosa García.
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