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Entrevista:LA CRISIS DE LA DERECHA

Herrero de Miñón: "Ahora se verá si el techo de la derecha podía imputarse a una sola persona"

El portavoz parlamentario de AP, ratificado como 'hombre fuerte' del partido

FERNANDO JÁUREGUI, Ahora se vera si lo que se consideraba como techo de la derecha podía imputarse a una sola persona; la retirada de Fraga no ha sido sólo un rasgo generoso, sino también inteligente, porque ahora es el centro-derecha el que tiene la responsabilidad de ver si puede organizarse y romper techos". Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, de 46 años, vio ayer ratificada por la Junta Directiva Nacional de Alianza Popular su vicepresidencia ejecutiva del partido y, con ello, su posición de hombre fuerte en AP. Herrero abordó ayer para EL PAÍS temas como el futuro de la alternativa al socialismo o la posible irrupción de figuras como Marcelino Oreja, Abel Matutes o Carlos Ferrer.

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Pregunta. ¿Ha servido la retirada de Fraga, como en alguna ocasión se ha dicho, para desbloquear una situación?Respuesta. La retirada de Fraga ha puesto a prueba la madurez del partido, que funciona por sí solo, como se ha visto en las reuniones de este fin de semana, y eso revela que la obra de Fraga no ha sido estéril.

Ahora hay que ver si lo que se consideraba un techo para la derecha podía imputarse a una sola persona. Creo que Fraga ha tenido un rasgo generoso, pero también inteligente, porque ahora es el centro derecha el que tiene la responsabilidad de ver si puede organizarse y romper techos.

Éste es un partido que se ha hecho por el esfuerzo personal de Fraga y por el atractivo que Fraga ha tenido para muchos. Cuando desaparece esa persona, el partido pasa por momentos de crisis aguda, dolorosa. Pero es un síntoma esperanzador el que el partido supere esa crisis de duelo y sea capaz de adoptar soluciones institucionales y casi por unanimidad. Sé que el momento es muy difícil, pero me parece esperanzador que el partido no se haya sumergido en el duelo.

P. ¿Cómo debe configurarse la alternativa de centro derecha que se enfrente con posibilidades de éxito al socialismo?

R. No me gustaría hablar de enfrentarse al socialismo, porque no creo que haya que perpetuar el mito de las dos Españas.

Por lo que se refiere a la construcción de la alternativa, hay que convertir a AP en la piedra angular de una combinación política. Alianza Popular es el partido que más votos de centro derecha debe recoger. En una estructura pluripartidista, AP será la pieza clave en una mayoría gubernamental o en la oposición, lo cual hace que haya que llegar al fin de la hegemonía del PSOE.

Horizonte electoral en 1990

P. ¿Es usted partidario de llamar nuevamente a las filas del partido a personas como Jorge Verstrynge o Carlos Ruiz Soto? Por otro lado, ¿es partidario de contar con formaciones como el Partido Demócrata Popular en la configuración de esa alternativa?

R. Esas cosas tienen que ser debatidas por el Comité Ejecutivo de Alianza Popular. Personalmente, pienso que la concordia siempre es buena, pero por un lado hay que mantener una disciplina seria en los partidos, de manera que nadie pueda erosionarlos y permanecer en ellos cómodamente. Eso no es un concepto autoritario, sino funcional, de la disciplina. Por lo que se refiere a las coaliciones, creo que son más eficaces cuanto más sólidos son los partidos que las integran.

P. ¿No es cierto, sin embargo, que existe una corriente en AP fuertemente contraria al mantenimiento de la Coalición Popular?

R. Lo que sí es cierto es que AP ha pagado altísimos precios por la generosidad que mostró antes de las elecciones.

P. ¿Teme que el desgaste interno de AP le cueste un fuerte descenso de votos en las elecciones de junio?

R. Alianza Popular debe tratar de consolidar y mejorar sus posiciones en junio, pero tiene que poner su horizonte en las elecciones generales de 1990.

P. Naturalmente, con usted como presidente.

R. Eso lo decidirá el congreso. Yo siempre estaré a disposición del partido en ese congreso, antes y después de él. Mi posición dependerá de cómo pueda contribuir yo a la unidad del partido. Pero sean cualesquiera los resultados, seguiré militando en AP y sirviendo al partido como parlamentario.

P. A algunos puede resultarles pintoresco que alguien que, como usted, estuvo a punto de tirar la toalla como portavoz parlamentario se haya convertido en el número uno, de hecho, en AP.

R. Nunca estuvo sobre la mesa una crisis mía en el partido, porque nunca hubo crisis. Lo que sí se planteó fue una situación de relevos normales en situaciones normales. Luego las circunstancias han requerido que algunos militantes diésemos un paso al frente.

Lucha por el poder

P. ¿Teme el estallido de una lucha por el poder en AP hasta el congreso?

R. En toda organización hay una serie de aspiraciones legítimas, y lo que hay que desear es que se desarrollen de la manera más ordenada posible.

No descarto que en AP haya aspiraciones opuestas para hacerse con el poder, pero es necesario que se canalicen a través de los cauces institucionales y que ni antes del congreso ni después, ni nunca, se desgarre el partido.

P. Los nombres de Carlos Ferrer, Abel Matutes, Marcelino Oreja y Rodolfo Martín Villa se han barajado, entre otros, como posibles líderes de la futura alternativa al socialismo. ¿Qué fundamento ve en ello?

R. En una democracia moderna los sujetos son los partidos, y no las personas que den sin más un paso al frente. Ése ha sido uno de los vicios de la España invertebrada. Por lo demás, hay que decir que cualquier aportación que se pueda hacer a los partidos es positiva.

P. ¿Piensa que la actuación del grupo parlamentario Popular a lo largo de la pasada legislatura ha sido correcta?

R. El grupo parlamentario ha reflejado la situación crítica en la que el partido se encontraba. Si el partido se estabiliza, el grupo parlamentario también lo hará. Creo que hay que reorganizar el grupo para lograr más participación de los parlamentarios en los debates. La gran lección que la derecha debe aprender de la izquierda es su capacidad de organizarse bien.

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