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La Audiencia de Madrid ordena la libertad provisional de Mesía Figueroa

Jaime Mesía Figueroa, procesado por el caso Banesto, fue puesto en libertad provisional ayer, bajo fianza de dos millones de pesetas, merced a un auto de la Sala Segunda de la Audiencia Provincial de Madrid. A las cinco de la tarde, la camilla que transportaba a Jaime Mesia, visiblemente desmejorado por la huelga de hambre que inició el pasado 13 de octubre, abandonaba, junto con su mujer, sus abogados, y la niñera de sus hijos, el hospital Penitenciario de Carabanchel en dirección a una clínica privada de Madrid.

El auto, firmado por los magistrados Faustino Mollinedo Gutiérrez, Félix Sánchez Verde y Marcelino Carreres Pereira, indica que "aunque aparezcan suficientes indicios racionales de criminalidad para mantener el procesamiento", no existen modificaciones sustanciales que hagan aconsejable mantener encarcelado a Jaime Mesía.

Riesgos normales

Según el auto, no existen indicios suficientes que hagan pensar que Jaime Mesía Figueroa tratará de evadirse de la acción de la justicia "sin más riesgos que los normales y permanentes que esta situación comporta, y que afectan a todos los que se encuentran en idéntica situación"."Tampoco parece necesaria la prisión incondicional en función de las investigaciones sumariales, puesto que está concluido el sumario y terminada la investigación", según los magistrados de la Audiencia Provincial de Madrid. En el auto judicial se incluye una crítica a algunas publicaciones "que cultivan el género para lectores ávidos de escándalos.... que agravan o malinforman al público, muy lejos de la ponderación y la sensatez que debe presidir la actuación de los tribunales".

El abogado defensor de Jaime Mesía, Ángel Tuero, declaró ayer que "este auto merece figurar en la historia de la jurisprudencia", y justificó esta afirmación argumentando la "gran sensibilidad jurídica de los tres magistrados y la gran humanidad que han demostrado". Víctima de la satisfacción que le embargaba, Tuero propuso que se incluyeran una gotas de champaña en el suero que se le administra a Mesía Figueroa para que mantenga sus constantes vitales.

La esposa del procesado, María Eugenia Martínez Capriles, vestida de negro y oro, también se hallaba profundamente emocionada, y sólo declaró que estaba muy contenta por la resolución y que su esposo se mostró satisfecho cuando tuvo conocimiento de su puesta en libertad.

Varios segundos después, María Eugenia Martínez Capriles, venezolana de origen, subía en la ambulancia y se fundía en un abrazo con su marido, que permanecía semiinconsciente.

"Destrozado"

Mesía declaró a Efe, en la tarde de ayer, en la habitación de la clínica: "Me encuentro destrozado y cansadísimo, pero parece que las cosas empiezan a esclarecerse". Mesía está acusado de ser el presunto intermediario entre una banda de delincuentes y la supuesta red de corrupción policial, acusada, entre otros delitos, del caso Banesto. En enero de 1985, una sucursal de Madrid del Banco Español de Crédito (Banesto) fue asaltada y se obtuvo un botín de 1.200 millones en joyas y lingotes de oro.Fernando Salas, abogado de tres de los autores materiales del atraco, solicitó ayer a la Audiencia, mediante un escrito, la concesión de la libertad provisional de sus defendidos: José Ramón Torres Pérez, Alejandro Echániz Garay y Pedro Camacho García. Fernando Salas considera que tras la liberación de Mesía existe un agravio comparativo con sus defendidos.

Por otra parte, los dos inspectores de policía procesados por

el atraco al Banesto, Victoriano Gutiérrez Lobo y Adelardo Marínez, continúan encarcelados en la prisión de Logroño.

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