Una sucursal del Santander, asaltada por segunda vez por el procedimiento del butrón
La sucursal del banco de Santander de la plaza de Cascorro, en pleno Rastro madrileño, fue asaltada el pasado domingo por el sistema del butrón, según informó dos días después la policía. Los asaltantes realizaron un túnel de unos 20 metros que comunicaba una alcantarilla de la zona con la cámara acorazada del banco. Los atracadores se llevaron 14 millones en efectivo y desvalijaron 80 cajas de seguridad. El contenido de 20 de ellas ha sido valorado en 140 millones de pesetas. Esta sucursal fue asaltada por el mismo procedimiento el 9 de diciembre de 1985.
El pasado domingo, mientras miles de madrileños acudían al mercado callejero del Rastro, los asaltantes, que conocían perfectamente la zona, recorrían los 20 metros subterráneos que les separaban de la sucursal. Para llegar hasta las dependencias bancarias atravesaron por debajo la calle de San Millán, traspasaron los cimientos del edificio y se encontraron con el muro de la cámara acorazada. En ese punto había un pequeño hueco de ventilación atravesado por barras de hierro, que cortaron con un soplete. Posteriormente ampliaron el hueco nasta dejarlo lo suficientemente grande como para introducirse dentro. Una vez traspasado este obstáculo, los ladrones se encontraron en el interior de la cámara acorazada.
Un portavoz del Banco de Santander aseguró ayer que no se sabía con exactitud por qué acceso de la superficie descendieron al subsuelo los atracadores y por cuál consiguieron escapar el pasado domingo después de cometer el robo.
Dada la dificultad de movimientos y de orientación que se produce en el estrecho laberinto del subsuelo madrileño se supone que los ladrones. disponían de planos específicos.
"Obra de ingeniería"
Fuentes policiales calificaron el robo como el trabajo de unos ,,auténticos profesionales que planificaron y realizaron su trabajo con absoluta precisión"; y describieron el túnel como una "obra de ingeniería".
Los asaltantes, que no necesitaron apuntalar el paso subterráneo, dejaron el escenario del robo completamente limpio, llevándose incluso los picos y las palas con las que habían efectuado la obra.
Los ladrones se apoderaron de los 14 millones en efectivo que se guardaban en el interior de la cámara. También forzaron las 100 cajas de seguridad que existen, aunque sólo 84 estaban alquiladas y contenían joyas, dinero y documentos de particulares, cuyo valor total se desconocía ayer.
A última hora de la tarde de se habían presentado 20 denuncias de otras tantas personas que aseguraron ser arrendatarios de cajas desvalijadas.
El valor del contenido de las cajas cuyos titulares presentaron ayer denuncias es de unos 140 millones de pesetas. Por otra parte, el banco valoró los desperfectos causados en la sucursal por los asaltantes en cerca de 12 millones de pesetas. ,
El robo fue descubierto a las ocho de la mañana del pasado lunes por un empleado del banco, que bajaba a recoger dinero en efectivo para hacer frente a los pagos a los clientes. Pese a que el banco se había quedado sin efectivo, rápidamente se llevó dinero de otra sucursal y la actividad comercial se desarrolló con nor malidad a lo largo de la mañana, según aseguró la misma fuente bancaria.
Inspectores de la Brigada de Policía Judicial se han hecho cargo de las investigaciones para identificar y detener a los autores del robo. Pese a que el asalto se produjo el pasado domingo, la Jefatura Superior de Policía no informó de este suceso hasta ayer por la mañana.
En la sucursal robada, los empleados no facilitaron tampoco información a la Prensa sobre lo sucedido. El interventor remitió a los periodistas a las oficinas centrales de este banco, situadas en la calle de Alcalá. Los empleados de la central no querían ni oír hablar de atracos y se limitaron a tocar madera cuando escucharon esa palabra.
