Los estibadores de Barcelona rechazan el pacto sobre reforma de los puertos

, Los estibadores del puerto de Barcelona rechazaron ayer, por aplastante mayoría -881 votos en contra por 18 a favor-, el pacto sobre aplicación de la reforma portuaria alcanzado el pasado día 3 por los sindicatos UGT, CC OO, ELA-STV e Intersindical Galega, las patronales CEOE y CEPYME y la Administración. Hasta ahora, en todos los puertos donde se ha votado ha vencido el voto negativo.

La celebración de votaciones secretas en todos los puertos censados por la OTP (Organización de Trabajos Portuarios) fue decidida por la Coordinadora de Estibadores -organización mayoritaria en este colectivo- el pasado día 5. Hasta ahora se ha votado en 12 puertos y en todos ha vencido la posición de rechazo, con un resultado global de 3.625 votos contra 138, en un censo total de 4.66 trabajadores, según datos de la Coordinadora. En Barcelona, con un censo de 1.065 estibadores, votaron 905 (el 84,7%), con un resultado de 881 noes contra 18 síes.El acuerdo alcanzado por la Administración, los sindicatos y la patronal establecía un principio de calendario para el desarrollo del decreto de reforma de la OTP, aprobado el pasado mes de mayo. Este decreto, al que la Coordinadora de Estibadores se opone radicalmente, sustituía la actual OTP por una serie de sociedades mixtas (51% de capital público), una en cada puerto. Estas sociedades actuarían como prestamistas de mano de obra a las empresas estibadoras, En el acuerdo del día 5, se recogía que antes de fin de año estarían creadas las sociedades de Barcelona, Pasajes (Vizcaya), Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas. En todos estos puertos la Coordinadora tiene una gran fuerza.

La Coordinadora se opone al decreto y, por tanto, a su desarrollo, porque considera que las sociedades mixtas fraccionarán y debilitarán al colectivo de los estibadores -ahora unidos en la OTP-, con lo que las ventajas obtenidas por éstos en los últimos años se perderán. La Coordinadora considera también que esta reconversión portuaria traerá consigo unos 5.000 despidos, lo que supondría casi la mitad del actual censo, según declaró en días pasados uno de sus líderes, Julián García.