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Militares derechistas filipinos se ponen a disposición del nuevo ministro de Defensa

Antonio Caño

El nuevo ministro de Defensa filipino, general Rafael lleto, prometió ayer imponer disciplina en las fuerzas armadas, mientras oficiales derechistas del entorno de Juan Ponce Enrile, el ministro depuesto el pasado domingo, dimitieron para ponerse a disposición del nuevo jefe del departamento. Pasados los peores momentos de la crisis más grave que ha sufrido en 10 meses el Gobierno de la presidenta Corazón Aquino, Manila recuperó ayer la normalidad, a la espera de conocerse los nombres de los nuevos ministros.

Rafael Ileto, de 66 años, un militar de prestigio tanto dentro como fuera de las Fuerzas Armadas, declaró ayer en una conferencia de prensa que el golpe de Estado preparado para el pasado sábado "es, por el momento, sólo un rumor", pero advirtió que si las investigaciones en marcha demuestran que fue una realidad se van a imponer "medidas de disciplina".El general lleto, con buena reputación entre la antigua oposición a Marcos por haber mantenido siempre una actitud de independencia ante el dictador, aseguró que tiene todo el apoyo del general Fidel Ramos, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, para poner en marcha un programa que restablezca la disciplina en el Ejército y acabe con las facciones políticas en su seno.

Los hombres de la más activa y conocida de estas facciones, el Movimiento Reformista (RAM), que ocupaban cargos en el Ministerio de Defensa, presentaron ayer la dimisión al nuevo ministro y se pusieron a su disposición para ser destinados a otras tareas.

El general Ileto consideró favorablemente este gesto y dijo que los miembros del RAM siguen siendo militares en activo con los que se puede contar.

En la noche del domingo, poco después de una reunión con el general Ramos, Ileto se había referido con mayor dureza a los reformistas, al afirmar que éstos no pueden pretender "tener por más tiempo al país como rehén de una amenaza de golpe de Estado".

Una veintena de oficiales del Movimiento Reformista, que reconoce a Ponce Enrile como su líder, formaba parte hasta ahora en el Ministerio de Defensa de un grupo de seguridad del ministro, que era en realidad una guardia pretoriana, de Ponce Enrile a la que se atribuye la organización de distintas intentonas golpistas, fundamentalmente el suceso del Manila Hotel el pasado mes de julio, el golpe anunciado para este mes con ocasión del viaje de Cory Aquino a Japón y el intento del pasado sábado.

Los elementos más conocidos

El jefe de este grupo es el coronel Gregorio Honasan, y a él pertenecen también como elementos más conocidos los coroneles Red Kapunan y Legaspi y los capitanes de la Armada Rex Robles y Félix Turingan.El coronel Honasan hizo el domingo por la noche, según él mismo anunció, "una llamada de cortesía" al nuevo ministro de Defensa para transmitirle "el total apoyo" del RAM. La llamada fue decidida en una reunión celebrada por algunos miembros de esa tendencia, tódos ellos graduados por la Academia Militar de Filipinas.

Honasan declaró ayer sobre la destitución de Ponce Enrile que se sentía, afligido "al ver cómo un buen ainigo ha perdido un puesto" para el que cree que "tenía toda la experiencia". Sobre lleto dijo que espera "que lo haga tan bien" como su antecesor.

Ponce Enrile no ha querido hasta ahora hacer declaraciones sobre lo sucedido y ni siquiera ha aparecido en público todavía. A la puerta de su casa, en una zona residencial de Manila, permanecen desde el domingo seguidores suyos, curiosos y periodistas a la espera de las palabras del controvertido ex ministro de Defensa, que recibió ayer los elogios y las proposiciones de los partidos de derecha para que se ponga al frente de un movimiento de ese signo con vistas al futuro.

Uno de los dirigentes de la derecha, Nicanor Yñiguez, el presidente del Parlamento con Marcos, al que se pretendía reinstaurar en el cargo en el intento de golpe del pasado sábado, negó ayer quie él estuviera involucrado en ningún movimiento de esas características.

La destitución de Ponce Enrile ha sido también bien recibida por el Frente Democrático Nacional (FDN), plItaforma política de la guerrilla comunista, que en un comunicado enviado a dos agencias de noticias da por bienvenida la noticia. El FDN lamenta, sin ,embargo, las "duras palabras" de la presidenta Aquino contra la guerrilla y afirma que éstas "reflejan las crecientes presiones militares sobre ella para que abandone el proceso de paz y se comprometa en una guerra total".

Aquino dijo en su discurso televisado del domingo sobre las conversaciones de paz que "eso no puede continuar", y anunció que el alto el fuego se firmará en lo que resta de mes o nunca, con lo que quedan reducidas al mínimo las posibilidades de un acuerdo.

El movimiento registrado el domingo, con la renuncia en pleno del Gabinete y la destitución de Ponce Enrile, era unánimemente considerado ayer en Manlla como una acción estabilizadora. Así lo expresó el ministro de Comercio, José Concepción, y así lo interpretaban también círculos financieros y diplomáticos, que reconocían, sin embargo, el papel primordial del general Ramos en la nueva situación.

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