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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

La hipótesis vasca

LOS RESULTADOS del segundo sondeo sobre las elecciones vascas del próximo domingo realizado por el Instituto Demoscopia para EL PAIS confirman en terminos generales las tendencias apuntadas en el realizado una semana antes, si bien ofrecen algunas variaciones de interés. Esas tendencias son: ningún partido puede aspirar ya a gobernar en solitario en la Comunidad Autónoma vasca; el PNV, que sufrió una escisión recientemente, pierde más de un tercio de su electorado, pero sigue siendo el principal aspirante a ostentar la mayoria minoritaria; y aumenta la fragmentación del mapa político vasco.No obstante, el sondeo, realizado a lo largo de los cuatro primeros días de la campaña oficial, revela la probabilidad de que tanto el Partido Socialista de Euskadi como el nuevo partido encabezado por Carlo Garaikoetxea mejoren sus posiciones respecto al Partido Nacionalista Vasco. Este último recogería ahora la cuarta parte de los votos, 17 puntos por debajo de su techo de 1984. De esta manera, los socialistas, aun sin mejorar sensiblemente su porcentaje en relación a las anteriores autonómicas, y beneficiándoae de la más equilibrada distribución de sus votantes entre las tres provincias, podrían obtener tantos escaños como el Partido Nacionalista Vasco.

La amenaza de Xabier Arzalluz de pasarse a la oposición si su partido no logra mantenerse como primera fuerza electoral de Euskadi, otorga particular interés al dato, ya que abre posibilidades inéditas de cara a un eventual gobierno de coalición encabezado por el candidato del Partido Socialista de Euskadi-Partido Socialista Obrero Español, José María Benegas, y del que estaría ausente el partido que ha gobernado en solitario en Vitoria desde 1980.

El ascenso de Garaicoetxea respecto a la anterior prospección pudiera ser efecto" del desarrollo de la campaña electoral, no iniciada cuando se realizó el primer sondeo. Por lo demás, la encuesta revela que no todos los votantes potenciales de Garaikoetxea provienen del electorado del PNV anterior a la escisión.

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Un 14 % de quienes votaron antes a Herri Batasuna (HB) y un 13% de quienes lo hicieron por Euskadiko Ezkerra (EE) duda ahora entre repetir su voto o dárselo a la formación encabezada por el ex lendakari. De ser cierta la hipótesis de que el protagonismo de este en la campaña es decisivo en la decantación del ,electorado nacionalista, los próximos días, en los que todos los candidatos se dirigirán con preferencia a los ciudadanos más indecisos, podrían resultar determinantes en el resultado final que su partido obtenga.

Ese protagonismo del ex-lendakari ha infuído probablemente en la pérdida de posiciones experimentada por H.B., cuyo candidato por Guipúzcoa Iñaki Esnaola protagonizó la pasada semana un debate público con Garaikoetxea.

La oferta de éste último de un nacionalismo radical en lo ideológico pero respetuoso con el marco del Estatuto y opuesto a cualquier planteamiento violento puede encontrar acogida entre los votantes potenciales de HB que consideran, pese a la utilización que de su voto hace ETA, que la persistencia de la violencia política sólo servirá para empeorar la situación de Euskadi.

El sondeo indica, de otro lado, el creciente desdibujamiento de las opciones de centro y centro-derecha no nacionalista, que de un 15,2 % logrado en las legislativas de junio pasaría al 12%. en total con siguiendo entre el Centro Democrático Social y Coalición Popular menos escaños que los obtenidos por esta última fuerza en las autonómicas de 1984. Euskadiko Ezkerra sigue siendo la fuerza que proporcionalmente más sube pero su peso sigue siendo limitado en el panorama electoral. Esa subida podría permitir al partido de Juan María Bandrés jugar el papel de bisagra en una eventual coalición gubernamental entre los socialistas y una de las dos fuerzas que se reparten hoy el antiguo electorado nacionalista.

Otro dato de interés es la distribución de los votos de cada partido entre las tres provincias de la Comunidad Autónoma. En 1984 el PNV era la primera fuerza en todas ellas. Hoy, según el sondeo, el PSE-PSOE sería mayoritario en Alava, Eusko Alkartasuna (Garaicoetxea) en Guipúzcoa y el PNV en Vizcaya. De mantenerse esa situación en las elecciones locales de la próxima primavera -de las que saldrán las nuevas diputaciones forales- el partido de Arzalluz y Andanza no podría ya determinar desde dichas instituciones, como hasta el presente, la acción del Ejecutivo de Vitoria.

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