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Jo Eirik Asvall

Director de la oficina regional de la OMS para Europa

Jo Eirik Asvall, nacido hace 55 años en Noruega, afirma que casi no existen diferencias entre su trabajo actual como director de la oficina para la región europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el que realizaba cuando era un joven médico luchando contra la malaria en el corazón de África. Entonces, en 1959, dormía en chozas y vivía en la selva; actualmente dedica gran parte de su tiempo a encuentros con ministros y jefes de Gobierno. Pero tanto en una ocasión como en otra "trato de identificar los verdaderos problemas para la salud y atacar los factores de riesgo".

El factor de riesgo más importante en estos momentos es, re cuerda, el consumo de tabaco Por ello, Asvall, que dejó de fumar hace 10 años, dedicó la mayor parte del tiempo que permaneció reunido el pasado miércoles con el ministro de Sanidad, Julían García Vargas, a convencerle de la necesidad de luchar contra el tabaquismo. Uno de los acuerdos de esa reunión, en la que España suscribió 28 de los 36 programas de la estrategia regional en Europa de los Objetivos de la Salud para Todos, fue la celebración en Madrid, en octubre de 1987, de una conferencia internacional sobre el tabaco.La jornada de trabajo en el Ministerio de Sanidad ha sido para Jo Eirik Asvall motivo justificado para acercarse una vez más a nuestro país. Casado hace un año con una danesa afirma en un castellano bastante fluido -a pesar de que pide disculpas por no hablarlo correctamente- que España es "mi país favorito, y lo he recorrido en cinco ocasiones". Su dominio del idioma es el fruto de las horas de aprendizaje que le dedicó como una actividad alternativa al trabajo que realizaba en un hospital oncológico y "de la amistad que durante años tuve con una chica colombiana. Pero no sé si esto último..., quizá no sea necesario decirlo".

La inclusión en la región europea de algunos países del norte de África ha motivado en algunos sectores sanitarios dudas sobre la idoneidad de algunas de las acciones contempladas en el programa Salud para Todos, por considerar que atendían necesidades sanitarias pendientes aún en el Tercer Mundo, pero resueltas hace ya tiempo en Europa. Para Asvall esas acciones están plenamente justificadas, porque "la política de salud que hace Europa tiene una influencia muy grande en los países en desarrollo. Europa es un modelo, y hemos de evitar que otros países cometan los errores que nosotros hemos cometido".

Asvall señala que cada Estado "puede solicitar cambiar la región a la que está adscrito, y sólo necesita para ello la aprobación de la Asamblea General, que se reúne anualmente en Ginebra en el mes de mayo. Los cambios más recientes en la región europea han sido el pase de Argelia, en 1984, a la región de África; Marruecos se incluyó desde la misma fecha en la región mediterránea del este, y un país situado geográficamente lejos de Europa, Israel, solicitó hace un año el ingreso en esta región".

Para él, el cargo de director general que ocupa es como "un ministro de Salud elegido para un mandato de cinco años por los 32 países miembros de la región europea". Concluye afirmando que actualmente "los problemas del estilo de vida son los principales obstáculos para mejorar la salud".

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