Las elecciones vascas, decisivas para el futuro de Fraga

Los resultados de las elecciones vascas serán "decisivos" para el futuro político de Manuel Fraga, en opinión de amplios sectores del partido que preside, Alianza Popular. Fraga ha convocado al máximo órgano decisorio de AP, la Junta Directiva Nacional, para el 1 de diciembre, es decir, la jornada siguiente a la celebración de las elecciones autonómicas en el País Vasco, en cuya campaña participará activamente el líder conservador a partir de la próxima madrugada, cuando comenzará a pegar carteles electorales en las calles de Bilbao.

La reunión de la directiva de AP abordará "necesariamente" la conveniencia -o no- de la celebración de un congreso extraordinario del partido, así como la fecha en la que debería producirse.La oficina de información de AP desmintió ayer la noticia transmitida por una agencia de información según la cual Manuel Fraga ya ha decidido celebrar el congreso en enero para "laminar" a los dirigentes díscolos. Según las fuentes oficiales aliancistas, el líder conservador decidirá "sobre la marcha" en el curso de la reunión de la junta directiva del día 1 de diciembre.

Mucho dependerá, reconocen estas fuentes oficiales, de los resultados que la Coalición Popular obtenga en las elecciones autonómicas del País Vasco del próximo 30 de noviembre, donde Fraga participará durante 11 días de la campaña electoral: si el CDS de Adolfo Suárez quedase por delante de Coalición Popular, "habrá que replantearlo todo, absolutamente todo", reconoce el mismo secretario general del partido consevador, Alberto Ruiz Gallardón.

Sin embargo, y pese a esta situación de incertidumbre, todos los medios de Alianza Popular consultados por este periódico admiten que "el partido difícilmente puede seguir su trayectoria cuando tres de los cuatro vicepresidentes se alinean privadamente contra Fraga".

El líder aliancista envió recientemente una carta a sus vicepresidentes solicitando su presencia en las reuniones de maitines (como se conoce en AP a las sesiones de trabajo matutinas) y en la preparación de los comités ejecutivos. El vicepresidente Alfonso Osorio, que parece mantener la línea más crítica, respondió, igualmente por escrito, con una dura nota rechazando la invitación y conminando a Fraga a tratar los asuntos en el comité ejecutivo. El también vicepresidente Miguel Herrero se hace representar en las reuniones de premaitines -no asiste a maitines- por Federico Trillo; y el eurodiputado Fernando Suárez, el tercer vicepresidente crítico, no es un asiduo de la sede de AP.

Ahora la incógnita para los dirigentes aliancistas que se agrupan en torno a Fraga reside en conocer las actitudes que los tres vicepresidentes citados mantendrán a lo largo del "mes clave" de diciembre. Herrero, que ha puesto sus aspiraciones en ocupar la presidencia de AP de Madrid para lograr un cierto poder territorial, se reunió recientemente con Alfonso Osorio, en el domicilio de un diputado aliancista próximo a este último, en lo que se considera una "cena de reconciliación" entre ambos. Pero en AP se juzga improbable que Herrero comparta las tentaciones de Osorio de abandonar sus cargos directivos y, acaso, también el partido. Por otra parte, en medios aliancistas se cree "todavía posible" que Herrero abandone su cargo de portavoz en el Grupo Popular, cuyo funcionamiento pese a las felicitaciones oficiales en la última reunión del comité ejecutivo, es considerado "desastroso" por los aliancistas.

Congreso extraordinario

Ninguno de los tres vicepresiden tes se muestra entusiasta respecto a la idea de celebrar un congreso extraordinario, en el que los sectores más incondicionales de Fraga tratan de plantear una censura contra ellos. Las posiciones de los diversos sectores de AP ante este congreso varían desde la expresada en privado por Fraga -el congreso serviría, básicamente, para "fortalecer a AP", acabando con el pacto de Coalición Popular, que sería sustituido por "acuerdos locales" con el Partido Liberal- hasta la de quienes reclaman "una renovación a fondo".