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Satisfacción en Rabat por el giro del conflicto, pese al silencio oficial

El Gobierno de Marruecos observa con expectación los últimos acbntecimientos de Melilla, si bien, a pesar de que reina un silencio oficial total, en Rabat no se disimula cierta satisfacción por algunos de los acuerdos adoptados por la comunidad musulmana, en especial por la declaración mediante la que se proclama el "carácter árabe, musulmán y magrebí" del enclave. La oposición -nacionalistas del Istiqlal y socialistas- fue hasta ayer la única en reaccionar: "un juego de palabras", para los primeros, y "una buena cosa", para los segundos.La diferencia entre estas dos importantes formaciones de la oposición, que suman 82 diputados, estriba esencialmente -a raíz de la confusión de lo que se ha dicho en Melilla- en cómo ha llegado aquí el término magrebí. El Istiqlal lo ha interpretado como un pronunciamiento regional, mientras que los socialistas lo han recogido como una aspiración por parte de los musulmanes de Melilla de integrarse en Marruecos. El periódico socialista Al Itihad el Ichtiraki informaba ayer, en primera página, que los musulmanes melillenses habían proclamado "el carácter marroquí" de la ciudad y que pedían la doble nacionalidad.

Mohamed Bucetta, secretario general del Partido Istiqlal, dijo ayer a este periódico que en Melilla se está jugando con las palabras y que todos los territorios españoles en el norte de África no sólo son magrebíes, como Cartago, Constantina o Trípoli, "sino que antes y después de todo pertenecen a Marruecos".

Según el líder del Istiqlal, los acontecimientos de Melilla eran de prever y recordó que desde hace un año su partido viene insistiendo en que "este asunto debe ser solucionado de una forma correcta y seria y no a través de maniobras políticas", esto último en alusión al contrato que hasta ahora mantenían el Ministerio del Interior español y el líder musulmán Aomar Mohamedi Dudú. "Desgraciadamente, el Gobierno español no ha entrado en la fase para deshacerse del concepto colonial y tratar el problema como se debe, es decir, negociando la retrocesión".

Bucetta dijo: "El Gobierno español persiste en medidas vejatorias, que adquieren carácter racista y suscitan el odio entre la población, en vez de buscar soluciones justas y buenas. Constatamos que, mientras el Gobierno marroquí trata de buscar el diálogo con los responsables españoles para preservar el marco de la amistad y la vecindad, Madrid toma una serie de medidas, unas públicas y otras subterráneas, obstaculizando así la negociación y la búsqueda de soluciones".

El diario en árabe de la Unión Socialista de Fuerzas Populares titulaba ayer en primera página que los musulmanes de Melilla habían pedido la doble nacionalidad. El dirigente socialista Mohamed Yazglii aseguró, a partir de estas informaciones, que se trata de "una buena cosa, aunque queda por saber cuál va a ser ahora el comportamiento de España respecto a los musulmanes".

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