_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Seguridad

El partido en el poder, socialista por más señas, se ha negado a aceptar una investigación parlamentaria sobre el caso de El Nani pretextando un novedoso escrupuloso respeto al poder judicial y, en realidad, mostrando una vez más esas amplias faldas gubernamentales bajo las que guardar los supuestos excesos cometidos por las fuerzas que garantizan nuestra seguridad.Tan extraña conducta en un partido de izquierda no debe atribuirse a una maldad intrínseca ni a una alteración metaflisica irreversible. Si ese partido estuviera en la oposición, pondría verde al señor ministro del Interior por el caso de El Nani, y estaríamos viendo al Machaquito o al Guerra preguntándose retóricamente en el Parlamento: "¿Quién nos protege de quienes nos protegen?". Como ni con el Gobierno ni con el partido que le respalda se puede contar para protestar contra los abusos del propio Gobierno, habrá que empezar a concienciar a la opinión pública sobre la existencia de una cierta crispación de algunos profesionales del armamento, ejercida en zonas donde no padecen el acoso terrorista.

Abundan los hechos delictivos o civilmente agresivos protagonizados por gentes de armas, demostrando que la pistola como herramienta de trabajo es más peligrosa que la llave inglesa dentro y fuera de las horas de servicio. Los mecánicos casi nunca utilizan la llave inglesa para agredir a los demás; ni tampoco su condición de mecánicos. En cambio, con excesiva frecuencia, algunos policías o gentes de armas en general emplean la pistola o la prepotencia fuera de servicio cuando se les sube la sangre o la líbido a la cabeza.

La semana pasada tuvimos en 24 horas el ménage à trois criminal entre una chica de alterne, un policía y su pistola, o la agresión etílica de policías fuera de servicio a diputados socialistas canarios. Sin generalizar, pero sin desalertar: ¿no sería conveniente que la policía y otras gentes de armas dejaran las pistolas en las oficinas y la prepotencia colgada en el perchero cuando termina la jornada laboral?

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_