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Terroristas italianos de extrema derecha declaran que 'Argala' fue asesinado por los servicios secretos españoles

Terroristas italianos de extrema derecha han declarado a la justicia de su país que el asesinato del dirigente histórico de ETA José Miguel Beñarán Ordeñana, Argala, ocurrido el 21 de diciembre de 1979, fue organizado por los servicios secretos españoles y en su ejecución participaron neofascistas italianos. Los arrepentidos ultras han informado también que el atentado en el que resultó herido el etarra Tomás Pérez Revilla, en 1976, fue también preparado por los servicios de información españoles, con la colaboración de terroristas de ultraderecha. Los dos casos son instruidos por el juez Vitaliano Calabria, de Roma.

El titular de la sección penal número 19 del tribunal de Roma, Vitaliano Calabria, ha precisado a este periódico que este proceso que instruye es sólo una pequeña parte de una amplia investigación sobre los terroristas de extrema derecha italianos por informaciones obtenidas por arrepentidos ultras, cuyos nombres no declara por razones de seguridad así como por el desarrrollo de la investigación. El proceso se inició a raíz de una amplia y reservada investigación judicial sobre las actividades del terrorismo negro.Las declaraciones de los pentitos (arrepentidos) de grupos neofascistas italianos revelan que el asesinato de Argala, dirigente de ETA considerado proclive a la negociación con el Gobierno, y el atentado en el que resultó herido Tomás Pérez Revilla en 1976 fueron organizados y financiados por los servicios de información españoles y en su ejecución material participaron neofascistas italianos que ahora son investigados judicialmente en su país.

La legislación italiana permite encausar a sus súbditos en su país por delitos cometidos fuera de su territorio, motivo por el cual es posible que los magistrados italianos hayan podido abrir el proceso número 1.215/84 donde se indaga la participación de terroristas negros en la denominada guerra sucia contra ETA.

Este amplio proceso se inició en 1984 a causa de una densa investigación judicial sobre la actividad terrorista de los neofascistas italianos. Según ha reconocido a este periódico el juez Calabria, las declaraciones de algunos arrepentidos del terrorismo ultra han permitido conocer estos casos e iniciar las correspondientes indagaciones.

El magistrado Calabria asegura que solicitará a Francia la correspondiente comisión rogatoria para investigar el asesinato de Argala y el atentado contra Tomás Pérez Revilla, en 1976, quien sería posteriormente asesinado en un segundo atentado llevado a cabo en junio de 1984 por los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación). El libro editado por EL PAÍS, Golpe mortal, sobre el asesinato del almirante Carrero, ya adelantaba que Argala, uno de los más importantes dirigentes de ETA Militar de esa época, "fue eliminado por especialistas no ajenos a esferas policiales".

Un responsable del Ministerio del Interior decía en el citado libro: "Convinimos que las policías se arreglaran entre ellas y que los asuntos como la muerte de Argala no deben ser de los responsables de esos departamentos (los Ministerios del Interior francés y español); los políticos no deben saber esas cosas porque los políticos somos indiscretos y existen problemas de Estado que deben ser incontables".

Fuentes consultadas por este periódico no dudan en considerar que el asesinato de Argala fue una venganza por el atentado que costó la vida a Carrero Blanco. Argala fue asesinado un día después del quinto aniversario de la muerte de Carrero. Según estas fuentes, el artefacto que acabó con el dirigente etarra fue colocado en su vehículo en la noche del día 19 para que hiciera explosión el 20, fecha del quinto aniversario de la muerte de Carrero, pero Argala, siempre según estas fuentes, no salió de su casa aquel día.

El juez Calabria confirma que se investiga la participación de varios neofascistas italianos presuntamente implicados en la ejecución de los dos atentados, pero se niega a facilitar sus nombres argumentando que no han sido procesados hasta el momento.

Círculo Delle Chiae

Sin embargo, fuentes consultadas por este periódico afirman que se trata de conocidos neofascistas relacionados con Stefano delle Chiae. En esos años, el círculo de Delle Chiae estaba compuesto, entre otros, por Carlo Cicutini, Piero Carmasi, Carlo Vannoli (nombre falso de Mario Richi), Giuseppe Calzona, Augusto Cauchi y un tal Enzo. El propio Calzona reconoce en un informe reservado que elaboró la policía española durante su detención que "a comienzos de 1976 Enzo le propuso pasar a Francia para realizar acciones contra ETA, significándole que el encargo procede de alguien relacionado con el Gobierno español y que por ello obtendría, aparte de un buen beneficio económico, la consideración del Gobierno y en su día el poder ser legalizado bajo la identidad que conviniera".

Calzona añade que junto a un grupo pasó a la zona de Bayona para seguir a Tomás Pérez Revilla y a José Joaquín Villar Gurrutxaga y reconoce que los dos atentados resultaron fallidos, aunque en el de Pérez Revilla su mujer resultó gravemente herida.

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