Iniciativa para declarar a Madrid ciudad universal contra la tortura
Amnistía Internacional ha puesto en marcha una iniciativa para declarar a Madrid Ciudad Universal contra la Tortura. La propuesta, dirigida al Ayuntamiento, asociaciones de vecinos y demás colectivos ciudadanos, pretende convertir Madrid en una ciudad crítica para aquellos países en los que se practique la violación sistemática de los derechos humanos.Concejales comunistas y del Grupo Popular y la Federación de Asociaciones de Vecinos han recibido con agrado la iniciativa de Amnistía Internacional hecha pública el pasado viernes en el transcurso de una mesa redonda sobre los derechos humanos en la vida de la ciudad. Los concejales comunistas y populares afirmaron que procurarían llevar adelante la propuesta para que sea aprobada por los responsables municipales.
La propuesta provocó, sin embargo, reacciones contrarias en algunos colectivos que trabajan en zonas marginadas de Madrid, que consideran que en esta ciudad hoy se sigue practicando la tortura.
Idea de Tierno
El concejal de Relaciones Institucionales, Manuel Ortuño, afirmó que presentará la iniciativa al pleno de la corporación. En ese mismo coloquio, Ortuño anunció que el Ayuntamiento presentará en diciembre ante la Organización de las Naciones Unidas la Carta Universal de los Derechos del Vecino, impulsada por Enrique Tierno hace tres años en su doble condición de alcalde de Madrid y presidente de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas.En el preámbulo del proyecto de esta Carta Universal de los Derechos del Vecino, el fallecido alcalde de Madrid escribió lo siguiente: "El vecino es el protagonista del hogar común que es la ciudad. Miles de hogares se cobijan y entrelazan en una ciudad, viviéndola en común. Hoy es la ciudad el signo de la Paz y el ámbito de la Paz, frente a la conducta y al poder de los Estados, que, en muchos casos, están implicados en la violencia o en la preparación para la violencia".
"El vecino, como protagonista de la ciudad", añadía, "es universal, como la propia ciudad es universal. La ciudad no tiene fronteras: han caído para siempre las viejas murallas y la ciudad desea acoger a todo el que llega con la misma fraternal solicitud. Así, la ciudad se convierte también en síntesis de lo universal y expresión del alto destino de la Historia, que es el de llevarnos, lenta pero inexorablemente, hacia un hermanamiento universal".
"Es lícito", se dice en el preámbulo, "que los protagonistas de la Historia en cuanto Paz, los vecinos, tengan sus propios derechos y deberes, explicitos y fundidos en una Carta común, Carta del Vecino, que es Carta de lo universal y Carta en cierto modo de la Paz".
Enrique Tierno afirmaba que "existen desde luego dificultades jurídicas, pero cuando la Carta de Vecindad o Derechos Universales del Vecino esté aprobada, la concreción será mayor y las dificultades jurídicas se irán venciendo".
Y finalizaba "sea pues esta Carta el testimonio de un paso más en el progreso hacia la unidad de la especie humana, en un conjunto concorde, universal y sin excepciones de los Derechos del Vecino en cualesquiera ciudad del mundo".
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