La patronal ve fines electoralistas en el encierro que efectuaron en su sede los representantes sindicales
La Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), organización empresarial mayoritaria, califico ayer de "montaje electoralista" el encierro en su Sede de los representantes sindicales en la mesa negociadora del convenio para 1986. Éstos decidieron el pasado miércoles constituirse en "mesa permanente" dentro de la sede de la patronal, donde habitualmente se reúnen las dos partes. A última hora de la tarde de ayer, los trabajadores decidieron suspender su encierro y acordaron volver a reunirse con la patronal el miércoles de la próxima semana.Con el encierro, los trabajadores pretendían obligar a los empresarios a negociar los aspectos no salariales del convenio, pero éstos no han modificado su oferta inicial de suscribir la revisión salarial y el compromiso de fijar un calendario para la negociación de los otros aspectos.
Los sindicatos reivindican la revisión de lo que el convenio vigente establece en materia de jornada laboral y vacaciones, sustancialmente diferentes a las de los profesores del Estado. Para los trabajadores de la enseñanza privada, ambas cuestiones constituyen aspectos esenciales de la homologación de sus, derechos laborales con los del sector público.
Los representantes sindicales se quejan frecuentemente de que la patronal, que ha venido dando largas a la negociación de estos aspectos, sin embargo se erija en ocasiones en aparente defensora de la homologación ante la Administración, a la que los titulares de los colegios acusan constantemente de ser insensible ante la manifiesta inferioridad de trato que reciben los trabajadores de la enseñanza privada. A los sindicatos esta actitud les parece incoherente e interesada, puesto que advierten que sólo se plantea cuando los empresarios dirimen con la Administración sus diferencias en materia estrictamente económica.
Fuentes de la patronal desmintieron ayer, no obstante, que la negociación del convenio se haya limitado todos los años a una mera revisión salarial, circunstancia que, según dijeron, "sólo se ha dado en relación al convenio de 1985". Para el de 1986, la patronal propone un aumento salarial de un 7,5% de enero a septiembre y de un punto más para el último cuatrimestre del año.
La negativa de los sindicatos a firmar sólo la revisión salariales, según la patronal, la única causa de que los trabajadores no puedan cobrar inmeditamente los incrementos de sus salarios; pero los sindicatos replican que la discusión del articulado del convenio pudo haberse comenzado en enero, incluso antes de que la Administración fijase oficialmente los módulos de las subvenciones para el presente ejercicio, que es la causa inicial de que todos los años se retrase tanto la negociación del convenio.
Entre tanto, la Administración retiene las cantidades correspondientes a dichos incrementos en los módulos de las subvenciones, pero también las que corresponden a las partidas destinadas a gastos de funcionamiento, porque es condición indispensable para librar los créditos que el convenio esté firmado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.