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Fraga aplaza el congreso regional, previsto para el 7 de noviembre

La crisis surgida en el Gobierno gallego significa, de rechazo, un duro golpe para Alianza Popular a nivel nacional, en cuyo organigraima Gerardo Fernández Albor, Presidente de la Xunta, ocupa oficialmente el segundo lugar, inmediatamente después del presidente, Manuel Fraga. Éste ha decidido aplazar sine die el congreso regional de AP de Galicia, previsto para los días 7 y 8 de noviembre, y que, desde hace ya semanas, se presumía tormentoso.Tras unajornada de tensión vivida en la sede central de la calle de Génova, en Madrid, Fraga hizo público anoche un comunicado que convoca a los militantes y dirigentes gallegos a la unidad y expresa un inequívoco apoyo a Fernández Albor frente al dimitido vicepresidente José Luis Barreiro. En el comunicado se hace constar el aplazamiento del congreso de AP de Galicia.

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Intentando aplazar el desarrollo de la crisis abierta en Coalición Popular de Galicia, Fraga convocó una reunión extraordinaria del comité ejecutivo nacional de AP para el próximo lunes. Tanto Fernández Albor como Barreiro, miembros de la ejecutiva, fueron invitados especialmente a asistir a la reunión del lunes.

Sin embargo, Fraga, que ayer tarde apenas salió de su despacho en la calle de Génova, manteniéndose en constante contacto telefónico con las dos partes en conflicito, adoptó una posición ayer mismo, apoyando públicamente, a través de un comunicado, al presidente autonómico. "Tras reiterar su confianza en el presidente Fernández Albor, dos veces elegido por la mayoría del pueblo gallego, [Fraga] manifestó la esperanza de que él y todos los responsables de AP en Galicia puedan lograr un acuerdo eficaz y generoso", dice la nota emitida anoche por la oficina central de AP.

El presidente nacional aliancista había desmentido rotundamente, hace poco más de una semana, la existencia de cualquier tipo de crisis en el Gobierno gallego. Prueba de la sorpresa con que el estallido de las desavenencias en la Xunta fue acogido en la sede central -pese a que el asunto estaba en los periódicos gallegos desde hace algunos días- es que el encargado de la acción regional, Juan Ramón Calero, se encontrara ayer "viajando hacia Murcia". Debió ser el gallego José Manuel Romay, uno de los actuales hombres de confianza de Fraga, quien viajase ayer a Siantiago de Compostela intentando, frenar, al menos hasta la reunión de la ejecutiva nacional del próximo lunes, lo que un dirigente de AP de Madrid calificó de "hecatombe".

La crisis surgida en torno a Fernández Albor, que fue la figura más votada como miemtiro del comité ejecutivo en el séptimo congreso nacional de AP, celebrado en Madrid en febrero, viene a aumentar la ya grave inestabilidad en las vicepresidencias del partido. Tanto Alfonso Osorio como Fernando Suárez, ambos vicepresidentes de AP, se encuentran fuertemente enfrentados con las formas "personalistas" de Fraga y con el entorno de éste.

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