Laurel pide al Gobierno filipino que se legitime por referéndum

El vicepresidente de Filipinas, Salvador Laurel, adoptó ayer una postura claramente opuesta a la de la presidenta, Corazón Aquino, al pedir que el pueblo pueda votar sobre si el actual Gobierno ha de seguir en el poder. El próximo mes de enero se celebrará un referéndum sobre una nueva Constitución que daría al actual Gabinete seis años más de vida Laurel pidió que la consulta incluya también una pregunta separada sobre si los votantes desean la permanencia del actual Gobierno o prefieren que se convoquen elecciones presidenciales en mayo.

Portavoces de Aquino consideraron que el referéndum sobre la Constitución constituirá en sí mismo un voto de confianza en la presidenta. Pero en un discurso ante agentes marítimos y en una conferencia de prensa, Laurel dijo ayer en Manila que quena que se aclarasen las dudas sobre su derecho a permanecer en el poder."Nos guste o no, la oposición cuestiona nuestra legitimidad y ha sembrado dudas sobre el modo en que hemos sido elegidos", dijo Laurel para explicar su postura.

Laurel dejó abierta la cuestión de su apoyo a la nueva Constitución y señaló que su Partido Democrático Nacionalista Unido decidirá el 10 de noviembre sobre este punto. Laurel criticó a un portavoz presidencial que sugirió que debía dimitir si no apoyaba el nuevo texto constitucional. Preguntado sobre si se puede deducir que está a punto de romper con Aquino, Laurel contestó: "Es prematuro".

Las declaraciones de Laurel han añadido una nueva dimensión a las luchas internas en el seno del Gobierno filipino. El ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile, ha venido atacando a dia rio al Gobierno por su postura de moderación frente a la guerrilla comunista. Ponce Enrile ha pedido, además, que se vuelva a la Constitución de 1973.