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La coordinación hispano-atlántica sobre Gibraltar, principal escollo en las conversaciones españolas con la OTAN

España y la Alianza Atlántica inician hoy en Bruselas una larga negociación sobre la participación española en la OTAN sin integrarse en la estructura militar. El principal escollo será, sin duda, la puesta en práctica de la coordinación hispano-atlántica a propósito del estratégico peñón de Gibraltar, según fuentes diplomáticas.

Dieciocho negociadores españoles, encabezados por el embajador ante la Alianza, Jaime de Ojeda, y otros tantos representantes de la OTAN, presididos por el secretario general adjunto, el británico Michael Bell, se reúnen hoy y mañana en Bruselas para informarse primero, mutua y detalladamente, de la organización de la defensa en España en el bloque occidental."Después de haber digerido esta información", afirma Ojeda, "ambas partes harán en una ulterior sesión negociadora", cuya fecha no ha sido aún fijada, "propuestas sobre el papel que podría incumbir a España en el planeamiento común de la defensa y sobre los acuerdos de cooperación a establecer entre mandos militares españoles y aliados", aplicando la fórmula a cuñada por Francia del control operativo.

Las conversaciones que se inician hoy resultan, por un lado, facilitadas por la voluntad del Gobierno socialista de no integrarse en la estructura militar tal y como explicó el ministro de Defensa, Narcís Serra, al leer el 20 de mayo en Bruselas a los nueve principios que inspiran la participación española en la OTAN.

La integración militar española habría obligado a redistribuir los mandos en la península Ibérica y su entorno suscitando problemas, además de con el Reino Unido y su colonia gibraltareña, con Portugal y hasta con Grecia. Este país había formulado una reserva al ratificar en 1982 el protocolo de adhesión de España exigiendo que no se retocasen los. mandos en el Mediterráneo para no sentar un precedente del que pudiese aprovecharse Turquía.

Obstáculo gibraltareño

A pesar de la voluntad socialista de no integrar militarmente a España, el obstáculo gibraltareño subsiste.Por un lado, Madrid ha expresado oficialmente su deseo de jugar un papel destacado en la defensa "del área vital Canarias-Gibraltar-Baleares", pero por otro, Serra ha repetido hasta la saciedad que Madrid "no reconoce al GIBMED", el mando de la OTAN instalado en el Peñón.

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Cómo coordinar algo con un mando al que no se reconoce será, probablemente, el principal problema que deberán resolverlos negociadores. Algunos miembros de la delegación española creen que no tiene una solución militar adecuada y que sólo lo podrán arreglar los Gobiernos de Madrid y Londres alcanzando un compromiso diplomático, mientras otros opinan que, aunque es técnicamente difícil, se pueden lograr fórmulas de cooperación con el mando AFSOUTH de Nápoles, al que está subordinado el GIBMED.

Junto con Carlos Robles, portavoz de la representación ante la OTAN, los diplomáticos españoles insisten, sin embargo, en que en ningún caso el acuerdo al que se llegue debe sentar un precedente que permita a la otra parte poner en tela de juicio la reivindicación de soberanía sobre Gibraltar".

Pero la voluntad del Ejecutivo de no integrarse militarmente contribuirá también a complicar las conversaciones que empiezan ahora porque ha reforzado la convicción de sus interlocutores atlánticos, especialmente de Estados Unidos, de la necesidad de vincular la negociación España-OTAN con la que se desarrolla desde principios de año entre Madrid y Washington sobre la reducción de la presencia militar norteamericana en territorio español.

Al margen de los comentarios hechos a los diplomáticos españoles por sus homólogos atlánticos sobre la estrecha relación entre ambas negociaciones, la mejor ilustración del deseo de los aliados de establecer un vínculo fue la reciente visita efectuada a Gibraltar por el comandante en jefe de la OTAN, el general norteamericano Bernard Rogers, y sus posteriores declaraciones a EL PAÍS en Washington poniendo en duda la capacidad de la Fuerza Aérea española de sustituir a la estadounidense en las misiones que lleva a cabo para la Alianza.

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