Los bancos concederán el mismo dinero al CDS que a Alianza Popular para las elecciones vascas

El Centro Democrático y Social (CDS), de Adolfo Suárez, recibirá para financiar su campaña electoral del País Vasco la misma cantidad de dinero de los grandes bancos nacionales que Alianza Popular (AP). La cifra girará en torno a unos 100 millones de pesetas en cada caso, según las primeras aproximaciones que los representantes de los partidos políticos han calculado con los bancos. Hasta ayer, sólo estas dos formaciones políticas y Euskadiko Ezkerra habían acudido a las entidades financieras en busca de dinero, mientras que el PSOE, el Partido Nacionalista Vasco, el partido de Carlos Garaikoetxea -Eusko Alkartasuna (EA)- e Izquierda Unida no habían recurrido todavía a las principales sociedades bancarias del país.

Los presidentes de los grandes bancos nacionales -Central, Banesto, Bilbao, Hispano, Vizcaya, Santander y Popular- no han mantertído, en las últimas semanas su tiradicional almuerzo mensual, aunque sí se han reunido con motivo de la visita a España del presidente venezolano Jaime Lusinchi y, de una recepción que les ofreció el Continental Bank. En estas ocasiones, aunque no eran las más apropiadas para discutir sobre la financ¡ación a los partidos políticos, según reconocian fuentes del sector, se han ido adoptando algunas decisiones sobre el papel que desempeñarían en las elecciones del País Vasco (que se celebrarán el 30 den oviembre) y ante la crisis económica de AP.Entre las decisiones tomadas en estas reuniones informales, dos tienen particular importancia. La primera de ellas se refiere, a deshacer el entuerto con el CIDS desde las pasadas elecciones legislativas; y la segunda representa volver a la práctica anterior de que cada banco negocie de manera, aislada con los partidos políticos.

Menos apoyo a Fraga

El Centro Democrático y Social sufrió, en las pasadas elecciones legislativas, un cierto aislamiento fimanciero motivado por las escasas posibilidades de éxito que le atribuían los responsables de los bancos, y por el deseo de algunos, no negado en ningún momento, de que Adolfo Suárez concurriera junto a la opción reformista de Miquel Roca. Como esto último no fue posible, la financiación se canalizó sobre todo hacia el Partido Reformista Democrático.

El fracaso de esta opción, un¡do a la espectacular subida de Suárez y al deterioro de Manuel Fragá como líder de la derecha española, ha obligado a replantearse toda la estrategia, y, ante las elecciones vascas, el CDS recibirá la misma cantidad. de dinero que Alianza Popular, en torno a unos 100 millones de pesetas. La diferencia estriba en que mientras a Alianza Popular se le ha "sugerido" la neces ¡dad de que recorte sus gastos, al CDS se le va a conceder la cantidad de dinero que ha solicitado.

Medios financieros señalaron la importancia de esta decisión "más como un símbolo de que se han terminado ya el apoyo incondicional a Fraga y el consiguiente aparcamiento de cualquier alternativa que pudiera hacer sombra a Alianza Popular, que como una posicion de claro apoyo a la opción de Adolfo Suárez".

A primera vista ha sorprendido que sólo tres formaciones políticas se hayan dirigido hasta ahora a los bancos para pedir financiación, y que otros partidos, como, los socialistas, el PNV, EA o Izquierda Unida, no "hayan dado señales de vida". Este silencio se interpreta en medios de la banca privada como un indicio de que han conseguido financiación por otras vías, principalmente a través de las cajas de ahorro vascas, que constituyen un fuerte grupo financiero, y que de esta manera se delimitan los campos entre la función de los bancos y las entidades financieras regionales.

La financiación para las elecciones del País Vasco puede ser una prueba ante la próxima convocatoria electoral de la mayor parte de las comunidades autónomas y en los ayuntamientos. Todo ello dentro del deterioro creciente que, en algunas instituciones financieras privadas, viene sufriendo Alianza Popular. Este partido no sólo se ha negado a hacer frente a sus deudas electorales con la subvención que recibe del grupo parlamentario, sino que también ha indicado a los bancos que éstos deberían entregarle las subvenciones de Interior por voto recibido. Tales cantidades fueron cobradas en su día por las entidades financieras.

Los bancos comunicaron al resto de las organizaciones políticas que entenderían que hicieran lo mismo que AP y no pagase sus créditos con los fondos asignados a los grupos parlamentarios. La contestación, segúri fuentes financieras, ha sido unánime y han mantenido el pago mensual de sus deudas.