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COMUNIDAD VALENCIANA

Ingresa en prisión una mujer acusada de matar a puñaladas a su marido en Alicante

El juez de Instrucción del Juzgado número 1 de Denia, José María Rives Seva, decretó en la tarde de ayer la prisión para María Ascensión Martínez Cabrera, de 36 años y natural de Beas de Segura (Jaén), y de su hijo Alejandro Herrera Martínez, de 18 años, como presuntos autores de la muerte de Alejandro Herrera Romera, de 38 años de edad, esposo y padre, respectivamente, de los detenidos. El suceso se produjo el pasado lunes en la localidad alicantina de Ondara. Dos mil vecinos de esta localidad reclamaron ayer libertad y clemencia para los detenidos.

Cuando Alejandro Herrera Romera, de 38 años de edad, natural de Argamasilla (Ciudad Real), regresó a su casa sobre las tres de la madrugada del pasado lunes y amenazó de muerte a su mujer, avisándola que esperaba que sonasen las cinco campanadas de la torre parroquial de Ondara (Alicante) para consumar su amenaza, no pensó que al final sería él quien perdiese la vida. No era la primera vez que María Asunción recibía amenazas y malos tratos de su marido. Media hora después, en la habitación del matrimonio, en una casa sencilla del casco antiguo de la ciudad, ambos mantuvieron una discusión que los vecinos calificaron como una más. Poco antes de las cuatro de la madrugada, María Ascensión utilizó el estilete y el palo que, según sus declaraciones, había introducido en la habitación su marido y le asestó varias cuchilladas que le causaron la muerte. Dos hijos suyos, de 18 y 15 años presenciaron los hechos.La mayoría de vecinos de Ondara, una localidad de 4.500 habitantes en la comarca de La Marina Alta, parecían estar al tanto de las fuertes desavenencias conyugales y tienen formada la idea de que Alejandro Herrera no era precisamente un dechado de virtudes, sino todo lo contrario. Ayer, centenares de vecinos se manifestaron en apoyo de María Ascensión y sus cinco hijos, para quienes todo son lamentos: "Ha sufrido mucho y en silencio, porque ella es una buena mujer", comentaban en bares y corrillos callejeros. De Alejandro, un hombre algo bajito y enjuto, se asegura que tenía antecedentes delictivos y estaba vinculado al negocio de la prostitución en esa zona, donde existen una docena de clubes nocturnos desparramados a lo largo de la carretera nacional 332, entre Denia y Vergel.

María Ascensión y su hijo mayor, Alejandro, se presentaron poco después del suceso en el Cuartel de la Guardia Civil de Vergel, a tres kilómetros de Ondara, donde explicaron lo sucedido. Ellos dos y otro hijo del matrimonio, Rafael, de 15 años, -quien ha quedado bajo custodia familiar- fueron detenidos y ayer prestaron declaración ante el juez que lleva el sumario. En sus declaraciones, la mujer es la única inculpada. Su hijo mayor, Alejandro, parece que sólo intentó separar a sus padres y ayudar a su madre y Rafael fue mero espectador de los hechos.

El cadáver de Alejandro Herrero, cuya autopsia fue practicada en la tarde de ayer, fue trasladado por la mañana hasta la parroquia de San Antonio, en Denia, donde se ofició el funeral, al que sólo asistieron unas 80 personas, amigos y familiares de éste.

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