La Generalitat investiga la participación de niños en una velada de lucha libre en Lérida
La Delegación del Gobierno de la Generalitat en Lérida ha decidido abrir un expediente para establecer las posibles responsabilidades que puedan derivarse de la intervención de cuatro niños en una velada de lucha libre. El reglamento general de policía de espectáculos públicos y de actividades recreativas prohíbe, la intervención de menores de edad en espectáculos públicos. La velada se celebró el domingo en el pabellón municipal y presenciarla costaba de 300 a 500 pesetas. Fuentes de la Federación de Lucha, de la que dependen este tipo de veladas, negaron su responsabilidad.
La velada de lucha libre motivo de la polémica se celebró el pasado domingo en el pabellón municipal de La Bordeta, instalación que depende del Ayuntamiento de Lérida. La lucha libre es un. deporte que cuenta con muchos adeptos en las comarcas leridanas y cada 15 días suelen organizarse veladas en este mismo escenario, con numeroso público infantil. El polideportivo, como de costumbre, fue alquilado al Ayuntamiento por la cantidad de 25.000 pesetas. La argentina Lillana d'Angelo, promotora de estas veladas, solicitó el pabellón por medio de una instancia sin especificar que iban a luchar niños. Las entradas costaban 500 y 300 pesetas.La del domingo es la tercera velada en la que han subido al ring luchadores infantiles. Una se celebró en la localidad oscense de Fraga, otra en Bell-Lloc (Lérida), y la tercera en el polideportivo de La Bordeta. La intención de los organizadores era repetir este espectáculo cada 15 días.
En esta última velada del domingo pelearon los hermanos Ramón y Javi Gaspar contra Álex Campos y Juan García, Gran Juanito. El combate, de catch a cuatro, figuraba anunciado en los carteles publicitarios, contó con árbitro y el veredicto final fue de nulo.
Pepe Peyrón, luchador y propietario del gimnasio en el que se preparan los jóvenes luchadores, no encuentra nada negativo en este hecho. Señaló que tiene en su gimnasio a unos 25 niños, con edades comprendidas entre los siete y los 13 años, preparados para subir al ring.
Peyrón, que pertenece a una dinastía de luchadores, se pregunta porqué los niños pueden hacer karate, tae-kwondo, judo u otro tipo de artes marciales y no lucha libre. "¿En quel se basan para decir que la lucha libre es una actividad nociva para los niños? Yo no me dedico a explotar a los críos, ni creo que haya que ver morbo en esto. Puedo demostrar que el combate del pasado domingo con niños fue algo elegante y fino. No pasó de ser una exhibición de llaves contra llaves, sin golpes. No hay ningún misterio en que unos niños suban al ring para demostrar las habilidades que han aprendido en el gimnasio. Además, ellos no lo hacen por dinero, sino porque les gusta. ¿Es preferible que estos niños se metan heroína en las venas? Lo que debería hacer Gobernación es abrir expediente contra las drogas que circulan por los barrios y no preocuparse de una actividad totalmente ejemplarizante. Estos niños que vienen al gimnasio no fuman, no beben, están ocupados y según sus padres comen más y sacan mejores notas en el colegio. No veo nada negativo en que practiquen la lucha libre. Yo he visto en Barcelona a niños que practican lucha grecorromana y sé que hay gimnasios que enseñan a boxear a niños entre 10 y 12 años. Yo, mismo he pagado 200 pesetas por ver una velada de kárate".
Familias bien situadas
Los ninos que participaron en la velada del pasado domingo pertenecen a, familias bien situadas. Como muestra puede decirse que Álex Campos, de siete años, estudia en el colegio Terraferma, de ideología próxima al Opus Dei y uno de los mejor considerados de Lérida. Su padre señaló que le parecía bien que su hijo "subiera al ring a hacer gracia. No me gustaría que se pegara, pero sé que allí no se hacen daño. Veo más peligroso que practique judo o kárate. Pero si la ley dice que no puede ser, que lo prohíban".
Fuentes de la Federación de Lucha -a la que corresponde conceder licencias para la organización de este tipo de veladas- manifestaron que el catch es un modelo de lucha profesional, que la Federación no concede ningún, tipo de licencia para menores de 20 años y que desconocía que se estuvieran celebrando combates entre niños.
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