La policía francesa mata por error a una joven de 19 años

Un nuevo error de la policía francesa se produjo el martes por la noche en Grenoble, cuando un inspector disparó directamente al corazón de Sandra Deschaux, una joven de 19 años, al penetrar en un piso en el que se sospechaba que se encontraban personas implicadas en el tráfico de droga.

Un inspector de policía, Daniel Legal, de 35 años, disparó su pistola de pequeño calibre al ser golpeado por una puerta, después de penetrar en el piso, cuya puerta de entrada se hallaba abierta. El policía utilizó un arma ligera de fácil tiro en vez de la reglamentaria, que requiere una presión de dos kilogramos sobre el gatillo para que se produzca el disparo.El incidente se produce en un momento de endurecimiento de la actuación de la policía, después de la nueva legislación sobre verificación de identidad de las personas y de las propuestas del ministro de Justicia, Albin Chalandon, sobre represión de los toxicómanos.

La muerte de la muchacha, que según todos los incidios no tenía nada que ver con el presunto delito que ocupaba a la policía, pone en cuestión, una vez más, los métodos de trabajo de las fuerzas de orden público.

El pasado verano se produjeron dos excesos policiales, en los que la policía disparó con resultados mortales a un automovilista, y a un motociclista, aparentemente por la espalda. Estos hechos provocaron una dura controversia sobre la política policial del ministro del Interior, Charles Pasqua, y han dado lugar a sendos procesos cuya instrucción no ha terminado todavía.

En el caso del martes en Grenoble, el propio alcalde de la ciudad y ministro de Medio Ambiente, Alain Carignon, ha solicitado "la apertura de una investigación" ante la "gravedad del incidente'.

Fuentes policiales calificaron el hecho como resultado de un accidente y describieron los ambientes de los drogadictos de Grenoble como "particularmente peligrosos".

Se da la circunstancia de que, actualmente, los sindicatos de policía de extrerna derecha piden la ampliación del derecho al uso de arma de fuego, mediante una extensión del concepto de defensa propia.