El rebrote de los precios alimentarios provoca fuertes aumentos en las rentas de los agricultores
El rebrote de los precios iniciado en junio ha permitido al sector agrario recuperar las rentas a marchas forzadas. Sus márgenes costes-precios han ganado más del 18% en los 12 últimos meses, y para repartirlos hay un 10% menos de ocupados. Pero el Gobierno rechaza el generalizar estas cifras, por lo que dirigirá hacia productos concretos sus medidas contra la inflación. Sobre las gasolinas, ayer trascendió que el Ejecutivo tiene margen en la renta del petróleo para bajar los precios hasta un 20% durante lo que resta de año, y sin perder los excesos de recaudación ya obtenidos.
A las negativas oficiales sobre una próxima reducción de los precios de los carburantes se sumó ayer la delegación del Gobierno en Campsa, cuyas fuentes dijeron que "de momento no hay nada". Pero subsisten las impresiones recogidas el viernes y el lunes pasados en la Administración sobre lo inevitable de bajar los precios de las gasolinas si el Gobierno quiere contener la inflación Oficial de 1986 en tasas no muy lejana al 8%, su objetivo anual. El subgobernador del Banco de España, José Antonio Ruiz de Alda, confirmó ayer en Zaragoza que los precios al consumo tienden a cerrar el ejercicio algunas centésimas por encima del 9%.Otros expertos del sector público y privado participaban ayer de la opinión de que sólo la bajada de las gasolinas podría contener los precios de forma efectiva, inmediata y duradera, aunque sin cumplir en ningún caso el 8%,
Fuentes del sector energético precisaron que el Gobierno dispone de margen para abaratar las gasolinas, en los dos últimos meses del año hasta un 20%, sin perder recaudación. Este margen supone entre 40.000 y 50.000 millones de pesetas. El Estado se tendría que conformar con los excesos ya obtenidos. El fisco va por unos 600.000 millones, frente a los 475.000 millones presupuestados. Esto le permite cubrir gran parte de la menor recaudación en otros impuestos respecto a lo presupuestado.
Los precios
Fuentes oficiosas de Industria y del sector industrial alertaban, por su lado, contra una posible modificación de los precios de las gasolinas, cuyo impacto económico sería nulo, salvo en el frente fiscal. Para estas fuentes, la baja de la gasolina, cuyo consumo ha crecido el 7% en los últimos meses, no tendría el mismo efecto que una actuación sobre los fueles y gasóleos industriales, donde las ventajas para el conjunto de la economía, incluso el frente inflacionista, serían innegables.De los intentos por sacar partido de esta situación participó ayer la patronal CEOE, que en verano consiguió una reducción superior al 20% en los fuelóleos de uso industrial. La cúpula empresarial difundió un comunicado para insistir en que el ahorro de la factura energética -hasta ahora sólo trasladado en un tercio a los consumidores- superará los 700.000 millones de pesetas y resaltar que dichos precios siguen un 24% más caros que el promedio europeo. Sólo Francia supera algo a España. En las gasolinas (82 pesetas el litro de súper y 76 el de normal), sus datos indicaban que son más caras en cuatro países.
El conjunto de las medidas podría ser comentado hoy, en un almuerzo con empresarios, por el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga. Su departamento achaca los problemas a las heladas de Semana Santa, que afectaron a frutas y hortalizas, a la pérdida de autonomía comercial tras la entrada en la CE y a que ciertos sectores -más el agrario que el comercial-, han aprovechado la afluencia turística para recuperar rentas.
En el Congreso de Diputados, el titular de Agricultura, Carlos Romero, reconoció ayer que los índices de precios percibidos; por los agricultores rebasaron en agosto el 20% con respecto al mismo mes de 1985, mientras que los de precios pagados andaban por el 3,5%. Pero añadió que deben ser analizados con seriedad para ver en qué productos hay mayores desviaciones, por lo que el Gobierno cuidará en limitar las medidas a esos precios.
De todas formas, a la recuperación de íngresos por los agricultores se ha sumado el hecho de que, según las estadístícas oficiales, el número de ocupados disminuyó cerca del 10% (175.000 personas) entre finales de junio de 1985 y las mismas fechas de 1986, lo que debe haberse traducido en notables incrementos de la productividad en el sector.
Según Comercio, las mayores subidas durante los 12 últimos meses se registraron en ajos secos (74%), patatas blancas nuevas (73%), sandía (62%), pera blanquilla (41%), repollo (33%), manzana golden, (32%), sardinas (29%), pimientos verdes (23%), judías verdes, (20%), melocotón (25%), melón (27%) y lentejas (20%).
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