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La captura del piloto esraelí caído en Líbano, un 'regalo envenenado' para los shiíes de Amal

La captura de uno de los dos ocupantes del avión israelí abatido el pasado jueves en las cercanías de la ciudad sur libanesa de Sidón es un regalo envenenado para el movimiento shií Amal, temeroso ahora de las represalias israelíes y habitualmente preocupado por evitar los enfrentamientos directos con su poderoso vecino del Sur. El Ejército israelí continúa buscando, por su parte, al desaparecido.El líder de Amal, Nabih Berri, ha declarado que no sabe si su gente tiene o no al piloto, y ha añadido que, si así fuera, "será canjeado por prisioneros libaneses y palestinos en poder de Israel". Mientras tanto, en Beirut circulan toda suerte de versiones acerca del destino del ocupante del Phantom abatido que no pudo ser rescatado por sus compañeros de armas.

Ese hombre, según el diario cristiano en francés Le Reveil, ha sido entregado a los servicios de información sirios en la localidad libanesa de Hazzerta. El general Amos Lapidat, comandante en ,jefe de la aviación israelí, no ha excluido tampoco la posibilidad de que su piloto esté ya en manos sirias.

Otras fuentes dicen que el aviador fue trasladado tras su captura al valle de la Bekaa, una región controlada por las tropas de Damasco y donde son fuertes los sectores más integristas y proiraníes del shiísmo libanés. Todas las versiones coinciden en que el prisionero es transportado con gran discreción, cambiando varias veces de rutas y de vehículos, para evitar que sea localizado por "los israelíes,

Israel ha responsabilizado oficialmente a Amal de la suerte del piloto, y, en palabras de Ouri-Lubrany, coordinador de sus actividades libanesas, ha añadido que hará "todo lo posible" por obtener su libertad, "en cualquier parte que esté y no importa a qué precio". Los diarios de Jerusalén y Tel Aviv resaltan, sin embargo, que los supuestos captores no han presentado aún una foto del detenido, ni tampoco ninguna precisión sobre su identidad o número de matrícula.Estos días perá'ste la tension bélica en el sur de Líbano. Importantes unidades blindadas israelíes permanecen concentradas en su frontera con el país árabe y aviones de Tsahal sobrevuelan sin descanso la región donde fue derribado el Pliantom y también Beirut. Asimismo, barcos de guerra israelíes patrullan frente a las costas de Sidón y Tiro, y en ocasiones intercambian disparos con combatientes shiíes o palestinos.

Incluso los palestinos del campamento de Miyeh-Miyeh que alcanzaron el aparato israelí se muestran cautos. El fedai que reivindica el triunfo ha sido promovido al grado de teniente en las filas de la OLP. No obstante, la foto en que muestra el lanzamisiles portátil SAM-7 con el que dice haber derribado el avión le presenta con el rostro casi enteramente cubierto por un keffieh. El general Amos Lapidot ha negado que su avión fuera alcanzado por un misil y dice que cayó a causa de la explosión aecidental de una bomba que llevaba bajo una de sus alas.

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