Un inspector de policía, presunto implicado en la 'piratería' de vídeos

Un inspector del Cuerpo Nacional de Policía destinado en la comisaría madrileña de Vallecas ha sido suspendido de empleo y sueldo por su presunta implicación en la venta de cintas vírgenes que posteriormente servían para la reproducción de películas piratas. La policía relaciona este hecho con la mayor fábrica ilegal de cintas de vídeo descubierta en España y cuyas actividades se llevaban a cabo en un chalé de la localidad de Perales de Tajuña.

El inspector, de 40 años, cuyo nombre corresponde a las iniciales R. J. R., tenía alquilado desde diciembre de 1982 un local en el número 7 de la calle de Apodaca, en el distrito de Chamberí. Tras la rescisión del contrato hace varios meses, se formalizó uno nuevo en el que figura como contratante la mujer que convive con el policía. En este local se realizaron numerosas fotocopias de color de carátulas para estuches de vídeo, informa la policía.Los operarios que trabajaban en el establecimiento, según la policía, sabían que las cintas se destinaban a piratear vídeocasetes. En el local, que se dedicaba oficialmente a la reproducción o copia de planos y material de oficina, se encontraban ayer unos obreros de la construcción que realizaban obras de acondicionamiento en el local en relación con un problema de humedad.

Los empleados explicaron que el encargado del local -un hombre que, según las cartas que había por encima de una de las mesas, responde al nombre de Julio Jorge Rodríguez- se había despedido de ellos el pasado jueves. Rodríguez les aseguró que se marchaba a Barcelona por espacio de unos 15 días y les presentó a su hermano como la persona que iba a atender el negocio. Numerosas fundas de cintas vacías permanecen en el local, almacenadas en estanterías metálicas, en medio de cajas y facturas.

El inspector, que ha sido sancionado como medida cautelar mientras se resuelve el expediente, se relacionaba con José Luis Tortuero, de 43 años, conocido por los apodos de Dientes y El Pombi, técnico electrónico detenido el pasado día 5 como supuesto responsable del fraude. "Ambos mantenían relaciones comerciales", explicó la policía, "y las ventas comenzaron a finales de 1984. Entre los efectos suministrados, además de las carátulas, figuraban cintas vírgenes de diferentes tipos".

Miles de grabaciones

Tortuero fue arrestado en la fábrica clandestina -precintada el pasado día 6- situada en la localidad de Perales de Tajuña, donde se incautaron 5.290 cintas grabadas, 1.673 vírgenes y 5.445 sellos de control del Ministerio de Cultura. Todas las habitaciones del chalé, incluido el pasillo, estaban destinadas a la producción de películas piratas, almacén y centro de distribución.El abogado del inspector aseguró ayer que "las cintas eran legales y se habían comprado en Agfa". El letrado explicó también que su defendido no aparece encartado en las diligencias que sigue el Juzgado de Aranjuez en relación con la fábrica pirata.